Más de cien civiles han muerto ya en Lugansk, capital de la región homónima en el este de Ucrania, como resultado de los combates entre las fuerzas ucranianas y los separatistas prorrusos, informaron hoy las autoridades municipales de esa ciudad.

En las últimas semanas, esa ciudad habitada por medio millón de personas antes del inicio del conflicto armado y sus alrededores se han convertido en escenario de los combates más cruentos entre los dos bandos enfrentados en Ucrania. "Tan sólo ayer, han muerto tres personas inocentes, entre ellas un adolescente de 15 años", lamentó la asamblea municipal de Lugansk, un órgano municipal elegido en comicios democráticos celebrados mucho antes de la rebelión prorrusa que no reconoce Kiev.

Decenas de edificios de viviendas, casas particulares, infraestructuras y edificios públicos resultan todos los días dañados o completamente destruidos por fuego de artillería del que se acusan los dos bandos. "El abastecimiento de víveres a la ciudad se ha suspendido, las existencias menguan todos los días. Las tiendas sólo venden productos alimenticios que les quedan en sus propias existencias" con la única excepción del pan, advirtió la asamblea municipal de Lugansk, que ha exigido en reiteradas ocasiones a Kiev que pusiera fin a la operación militar en el este de Ucrania.

Los trabajadores de los comercios "se despiden en masa para abandonar la región", por lo que apenas queda personal para atender a los ciudadanos que siguen en la ciudad. "Los mercados siguen abiertos, pero hasta un 85 por ciento de los puestos está cerrado. (...) En el mercado central funciona únicamente un puesto de venta de ternera", lamentan las autoridades municipales.

El número de civiles muertos en los incesantes y cada vez más cruentos combates entre las fuerzas de Kiev y los separatistas no deja de crecer día tras día en todo el este de Ucrania. Al menos 19 fallecidos como resultado de los combates ingresaron ayer en los depósitos de cadáveres de la ciudad de Donetsk, capital de la región homónima habitada por un millón de personas antes de que estallara el conflicto armado.

Otros 36 civiles, entre ellos al menos ocho niños, han muerto entre los pasados lunes y miércoles en la ciudad de Górlovka, a unos 40 kilómetros al noreste de Donetsk, por fuego de artillería.