Es el responsable de la diplomacia de México y es elresponsable de la polémica visita de Donald Trump a ese país durante la campaña electoral que le llevó a la Casa Blanca. Elministro de Exteriores, Luis Videgaray, ha visitado España esta semana y, como podrán leer, ahora intenta marcar distancias con el presidente de Estados Unidos y hasta anuncia una posiblequerella por las deportaciones de jóvenes mexicanos.

-¿Trump es un peligro para el mundo?

-Sin duda es un momento de definición de la relación entre México y Estados Unidos y creo que la relación de Estados Unidos con el resto del mundo. La relación entre México y Estados Unidos es una relación extraordinariamente profunda y grande. Compartimos una frontera de 3.000 kilómetros. Todos los días más de un millón de personas cruzan esa frontera de manera legal. Hacemos un millón de dólares de comercio por minutos, y sin duda estamos en un momento de definición. Es un momento de oportunidades, es un momento en el que México tiene que plantear, como lo está haciendo, con mucha claridad, sus principios, sus límites, y hemos entablado un proceso de diálogo real, muy fluido, formal, con la administración del nuevo gobierno de los Estados Unidos y creo que vamos por el camino correcto.

-Yo le preguntaba si cree que es un peligro para el mundo y si a su Gobierno le preocupa la presencia de Trump en la Casa Blanca por las decisiones que pueda tomar.

-A nosotros lo que nos ocupa defender el interés de México. Y el interés de México incluye, primero que nada, la defensa de los derechos humanos de la dignidad de los mexicanos en los Estados Unidos. En segundo lugar, implica que Estados Unidos asuma una responsabilidad genuina en el combate al crimen organizado, particularmente al narcotráfico, que prevalezcan los mecanismos de cooperación existentes en materia migratoria y comercial, si bien estamos más que dispuestos a abrir un diálogo para mejorar, para modernizar nuestro acuerdo de libre comercio entre Mxjico, Estados Unidos y Canadá que prevalezca como tal un acuerdo de libre comercio genuino. Eso es en lo que estamos, la prioridad del gobierno mexicano frente al Gobierno de Estados Unidos es que prevalezca el interés de México y de los mexicanos.

-¿Y, de verdad, cree que eso va a ocurrir con Trump con todo lo que le hemos escuchado decir de los mexicanos?

-Indudablemente hemos avanzado enormemente en el diálogo con la Administración, se han abierto todos los canales de comunicación formales, hemos logrado creo que un avance importante en que el Gobierno nuevo entienda la posición del Gobierno mexicano, entienda los límites que México como país tiene, y también los objetivos.

-¿Cuáles son esos límites?

-Primero que nada, la soberanía de México. México es una nación grande, es una nación fuerte, es una nación soberana. Y las decisiones de México solo las toman los mexicanos. Eso es tal vez lo más importante. Segundo, el respeto al Estado de Derecho, que incluye la dignidad y los Derechos Humanos de los mexicanos donde quiera que estén, incluyendo el territorio de los Estados Unidos. Y por supuesto, en materia fronteriza, México no habrá de contribuir de manera alguna a la creación de algún tipo de barrera física entre nuestras naciones.

-¿Y cree que Trump lo ha entendido como asegura que lo entiende el Gobierno mexicano?

-Creo que la posición del Gobierno ha sido claramente expuesta al Gobierno norteamericano.

-Insisto, ¿Y lo han entendido?

-Yo creo que sí, que se ha entendido con absoluta claridad, que México está con una actitud absolutamente constructiva, positiva, para dialogar con Estados Unidos, hay muchos temas que estamos dispuestos a revisar, pero hay otros que no estamos dispuestos a revisar. Y eso ha sido comunicado con absoluta claridad.

-Y todo eso, a pesar de lo que dijo Trump en campaña. Como canciller pero sobre todo como mexicano, ¿cómo recibió usted aquellas palabras tan duras del entonces candidato republicano sobre los mexicanos? ¿Qué pensó cuando lo escuchó?

-Creo que a todos los mexicanos nos han agraviado profundamente esas expresiones. Son expresiones que están ahí y que la única manera de superarlas será no con palabras sino con acciones. Con acciones que refrenden el que Estados Unidos entiende la importancia que México tiene para Estados Unidos. Lo reconocemos plenamente, Estados Unidos es importantísimo para México. Pero también hay que ser claros, México es muy importante para Estados Unidos en diversos frentes y será solamente con acciones, acciones que refrenden la genuina cooperación entre las dos naciones que habremos de superar eso que sin duda constituyó un agravio para todos los mexicanos.

-Póngame un ejemplo, ¿qué acciones, qué medidas podría tomar el Gobierno de Trump para que los mexicanos que se sintieron humillados por esas palabras puedan quizá pasar página?

-Lo que queremos es superar los agravios. Insisto, con acciones. Acciones claras, por ejemplo, en materia de cooperación en contra del crimen organizado. Donde Estados Unidos asuma una responsabilidad. Típicamente creo que no ha habido el reconocimiento suficiente de que este fenómeno criminal tiene un origen fundamental en el mercado doméstico, en el consumo por parte de los Estados Unidos, en el envío de armas de manera ilegal hacia las organizaciones criminales en México, porque provienen las armas de Estados Unidos. O, por ejemplo, en el envío de dinero en efectivo que llega a mano de las organizaciones criminales. El que Estados Unidos asuma una verdadera responsabilidad para reducir este fenómeno que cuesta las vidas de miles de mexicanos, es un paso en la dirección correcta.

-Pero eso se le podría pedir a cualquier presidente. ¿Pero usted le ha pedido a Trump que pida perdón? ¿Le ha dicho que tiene que disculparse?

-Lo que estamos buscando es que Estados Unidos asuma sus responsabilidades y trate a México como lo debe de tratar. Y creo que vamos en la dirección correcta. En lo comercial, en lo migratorio, en materia de seguridad, e insisto, los agravios habrán de superarse con acciones, no con palabras.

-¿El Gobierno mexicano no necesita que Trump pida perdón?

-Lo que los mexicanos esperamos y lo que los mexicanos queremos es que Estados Unidos y su presidente traten a México como lo que es, como una nación soberana, como una nación importante, y como un amigo y un socio para los Estados Unidos. Un socio estratégico en materias fundamentales, en su economía, en su seguridad.

-¿Qué opina de las deportaciones que está llevando a cabo Trump y en concreto la de un joven que tenía el DACA? (Jóvenes nacidos en México pero que llevan toda su vida en Estados Unidos y fueron legalizados por Obama)

-La Administración anterior, la Administración del expresidente Obama realizó el mayor número de deportaciones en la historia: 2,8 millones de deportaciones fueron realizadas en los ocho años de Obama. Las cifras de los primeros meses de la administración Trump implican un descenso de alrededor del 27% en el número de deportaciones.

-Esto implica que cuantitativamente no estamos viendo un incremento en la tendencia, por el contrario, las primeras cifras que tal vez son, es prematuro hablar de la tendencia, pero son las primeras cifras, apuntan a una disminución en el número de deportaciones. Lo que estamos viendo y que el Gobierno mexicano ha estado atento y activo, es en algunos casos que implican la posible violación a la propia norma en los Estados Unidos.

-En los casos de jóvenes que son beneficiarios del programa DACA hemos expresado al Gobierno de los Estados Unidos y lo haremos ante las instancias jurídicas competentes, incluido por supuesto las Cortes en los Estados Unidos, el que pueda existir una violación al procedimiento. Cada uno de los casos tiene sus propias características y estamos actuando en consecuencia. Además de, por supuesto, prestar la atención consular a los mexicanos en Estados Unidos que están en esta condición y recibirlos cuando son deportados a México. El punto es claro. El derecho tiene que cumplirse. Tiene que cumplirse en México, tiene que cumplirse en Estados Unidos y tienen que cumplirse los tratados internacionales. Estados Unidos es un país soberano. Estados unidos, al igual que México, al igual que España, tiene el derecho pleno a definir cuáles son sus reglas migratorias. Lo que no puede ser, sin embargo, ignorado o sobrepasado son los Derechos Humanos y el derecho particular al debido proceso. Y eso es en lo que nos estamos enfocando en colaboración con las organizaciones civiles y presentando, ofreciendo la representación legal correspondiente a los mexicanos, incluyendo estos casos particulares.

-¿El Gobierno de México irá a un juzgado a denunciar a la Administración estadounidense?

-Por supuesto que sí, tenemos los recursos y tenemos la capacidad para hacerlo y es lo que estamos estudiando. Nuestra primera instancia naturalmente es el diálogo con el Gobierno de Estados Unidos a través del departamento de Seguridad Interior y las autoridades migratorias. Pero en caso de que existan méritos legales para acudir ante la justicia habremos de hacerlo incluso ante las instancias internacionales.

-Aquí en España su nombre resonó con mucha fuerza por la visita de Trump a México durante la campaña cuando todavía era candidato. Se dijo que usted era quien había organizado esa visita y después tuvo de que dejar el ministerio de Economía que dirigía. Dígame ¿cómo se gestó todo aquello?

-Efectivamente yo jugué un papel en la generación de aquella visita y esto lo he explicado muchas veces ante la prensa. Generó sin duda una reacción muy negativa en la opinión pública mexicana. Creo que fue una decisión correcta con algunos errores de ejecución importantes, tal vez por la premura con la que se realizó y yo asumí una responsabilidad política. Porque unos días posteriores a esa visita, el departamento que yo encabezaba tenía que presentar el presupuesto de ingresos para el próximo año. Un presupuesto complejo, con un principio de austeridad importante, y en ese momento el análisis que hice yo es que no contaba con el capital político suficiente para lograr el tránsito eficaz de ese presupuesto con el congreso mexicano. Así que presenté mi renuncia al Presidente de la República y él la aceptó.

-¿Qué errores cometió usted o el Gobierno mexicano en esa visita? Ha mencionado que se cometieron errores. ¿Cuáles?

-Fue una visita que tal vez que se realizó con demasiada premura y hubo distintos detalles que no se cuidaron. En retrospectiva cualquiera es muy inteligente y puede cambiar las cosas y, por supuesto, en retrospectiva haríamos cosas diferentes, pero algo que es importante destacar es que el acercamiento fue hacia los dos candidatos en aquel entonces. La invitación a visitar México, reunirse con el presidente de México se hizo hacia los dos candidatos. Naturalmente uno de ellos reaccionó con una premura que en ese momento fue sorprendente, se aceptó la visita y tal vez se debería haber planeado con mayor detenimiento.

-¿Que pensó cuando escuchó en aquella comparecencia pública lo que estaba diciendo Trump sobre el muro?

-Lo que se acordó previo a la realización de la visita es que el tema del muro es un tema en el que había un profundo desacuerdo y que las posiciones eran irreconciliables. Y por lo tanto, no habría de ser materia en la conversación. Al inicio de la conversación, el presidente Peña se lo dijo con claridad y acordaron como se había previamente pactado entre los equipos, que la conversación fuera sobre otras materias.

Particularmente sobre la materia comercial, sobre la materia de seguridad, la materia migratoria, pero no sobre la construcción de un posible muro entre México y Estados Unidos, un muro que ya existe, hay más de 600 kilómetros de muro construidos entre México y Estados Unidos. Lo que se había acordado es que no habría preguntas y respuestas ante los medios de comunicación. El presidente Trump contesta a una pregunta y simplemente dijo algo que es fidedigno. Dice: el tema del muro no fue tratado en la reunión. Eso es lo que contesta el presidente Trump. Pero da una explicación naturalmente incompleta, no fue tratado por una razón de fondo. Porque es un tema en el cual había una profunda diferencia, una diferencia irreconciliable. Esto generó una enorme confusión, es algo que ocurre de manera muy abrupta y creo que es parte fundamental, por lo cual la visita genera un sentimiento muy negativo entre los mexicanos.

-¿Usted cree que Trump humilló a alguien en esa comparecencia pública?

-Definitivamente no. Por supuesto que no.

-¿No debería haber sido Peña Nieto más contundente al escuchar lo que estaba diciendo Trump?

-El presidente fue absolutamente contundente y fue muy claro. Y ahí están sus palabras para atestiguarlo.

-Mucha gente cree que no fue así...

-Creo que el presidente, insisto, fue absolutamente claro. Fue firme y trató de manera respetuosa a un candidato que visitó México y tenía una posibilidad real de ser presidente de los Estados Unidos. Pero el presidente fue muy claro en sus principios, en sus posiciones, y fue claro también respecto a lo que México haría y lo que no haría.

-Llama mucho la atención que usted abandonara su cargo cuando Trump por esa visita polémica pero cuando ganó las elecciones a usted le nombran canciller. ¿Se le premió?

-Servir a mi país es un honor. Y así lo considero yo, es una gran responsabilidad servir a mi país, servir al presidente de la República y lo hago con un profundo compromiso por responder a los intereses de México. Así es como lo veo yo.

-Pero es llamativo que no pudiera continuar en el otro cargo y, sin embargo, cuando Trump gana le hacen ministro de nuevo y con tanta responsabilidad internacional.

Para mí es un gran honor servir a mi país y más en este cargo, que implica encabezar la diplomacia mexicana.

-En un tweet Trump lamentó su salida del cargo. ¿No le incomoda que alguien como él pueda tener cierta cercanía o buena imagen de usted con todo lo que representa para México?

Cualquier expresión generosa hacia mi persona la agradeceré y en este caso se trata del presidente de los Estados Unidos, el hoy presidente de Estados Unidos, por supuesto es una declaración que en su momento agradecí y que a la fecha agradezco.

-¿Aunque sea el presidente que ha dicho esas cosas de los mexicanos?

Es el presidente de los Estados Unidos. Es un interlocutor fundamental para México y para México es esencial tener una relación positiva, constructiva y funcional con los Estados unidos.

-Y ¿si es el presidente que construye el muro?

Es el presidente de un país del que dependen millones de empleos en México. Millones de mexicanos dependen de las remesas, de los envíos de dinero que vienen de los Estados Unidos. La industria manufacturera mexicana depende en más de un 80% de las ventas que realizan a los Estados Unidos. Con el presidente de los Estados Unidos, con su gobierno y con el pueblo americano, México está obligado a tener una relación de respeto y una relación funcional.

-Usted que tiene buena información ¿cree que va a construir ese muro?

El muro no es un elemento de la relación bilateral. No es parte de la conversación que tengamos entre Estados Unidos y México. Por supuesto México no va a contribuir de manera alguna a la construcción de una barrera física entre nuestros países. México estará atento a que la posible construcción de esa barrera no viole el derecho internacional, los tratados de límites en materia ambiental u otras posibles violaciones, pero al final de cuentas Estados Unidos es un país soberano y tiene todo el derecho a proteger sus fronteras como lo convengan las autoridades de Estados Unidos, como también México tiene el derecho a proteger sus propias fronteras o lo tiene cualquier otro país, como lo tiene España.

Pero no es un tema de la relación bilateral. Es una decisión unilateral de los Estados Unidos, una decisión no amistosa por supuesto, un gesto que además de poco funcional, es difícil pensar que un muro cumpla con los objetivos que están planteados. Pero, sin embargo, hay que reconocerlo, es una decisión que compete solamente al gobierno de los Estados Unidos y no es parte del diálogo bilateral, ni debe ser parte del diálogo bilateral.

-Usted ha tenido reuniones en la Casa Blanca con Trump y con su yerno. ¿Ese plan de construir el muro sigue adelante?

-La información pública es que sí, por supuesto sigue adelante, pero lo que también es público es que México no colaborará de manera alguna en la posible construcción de una barrera física.

-¿A qué se refiere con que no colaborará?

-De manera económica o de ninguna otra forma.

-Si finalmente lo hacen ¿qué decisión van a tomar? ¿Los mexicanos pueden esperar algo de su Gobierno si efectivamente el plan se lleva a cabo?

-Si la construcción del muro viola de alguna manera los tratados bilaterales, el derecho internacional, por supuesto que acudiremos a las instancias internacionales correspondientes.

-¿Basándose en la legalidad y no en que a los mexicanos no les gusta porque les perjudica?

-Creemos en el Estado de Derecho y habremos de reaccionar a partir del Estado de Derecho. Es un muro que ya existe, es un muro que representa un gesto claramente enemistoso hacia un país vecino, un país que contribuye de muchas maneras al bienestar de los Estados Unidos, pero a final de cuentas es una decisión soberana de un país distinto a México.

-Usted que ha tenido la oportunidad de tratar con el presidente Trump ¿cómo es en las distancias cortas?

-Al presidente Trump lo conocí durante la campaña. No lo conozco lo suficiente para dar una opinión personal, he hablado ampliamente con su equipo de trabajo y lo que observo es un interés real por construir una buena relación con México, naturalmente tenemos diferencias de opinión, son públicas o notorias, pero lo que veo es un interés real y una prioridad por tener una buena relación con México.

-¿Percibe que a Trump le preocupa tener buena relación con México?

-Indudablemente. A él y a su equipo.

-¿Y por qué han hecho los gestos que han hecho contra México? Cuesta creerlo...

-Lo que ha ocurrido a partir del inicio de Gobierno es que el Gobierno de Estados Unidos con quien ha tenido un mayor contacto, mayores reuniones de trabajo, por ejemplo el secretario de Estado de Estados Unidos ha sido con México. Y no solamente el secretario de Estado, el secretario de Seguridad de Interior, el Procurador, el secretario del Tesoro, el secretario de Comercio, existe una evidente, simplemente basados en la agenda pública, una evidente prioridad en la relación con México y esto es algo que es natural. México es enormemente importante para Estados Unidos. Es importante en lo comercial, es importante en lo migratorio, somos un aliado fundamental en materia de seguridad para los Estados Unidos. Independientemente de las posiciones políticas expresadas en la campaña, la realidad es la que es. México es importante para los Estados Unidos como Estados Unidos es también muy importante para México.

-Me decía justo antes de empezar que se había reunido con Mariano Rajoy prácticamente una hora. ¿Han hablado de la preocupación que hay con la nueva administración estadounidense?

-La relación entre México y España es una relación extraordinariamente positiva. Es una relación muy cercana que atraviesa probablemente su mejor momento en la historia, y ese fue el centro de la conversación con el presidente Rajoy. Hablamos de cómo estamos haciendo cosas juntos, desde lo cultural, la cooperación científica, las becas, lo educativo, el comercio que está creciendo entre México y Estados Unidos y de manera muy importante las inversiones. Las inversiones de empresas españolas en México y de manera creciente, de empresas mexicanas en España. Hablamos también de algunos temas de carácter internacional, de carácter regional, pero el centro de la conversación fue la relación entre México y España.

-¿Pero hablaron de Trump?

-Comentamos acerca del papel que juega España como un aliado importante de los Estados Unidos y también agradecí yo las distintas expresiones del Gobierno español en público y en privado de solidaridad con México. España es un aliado importantísimo para México en distintas causas, incluyendo ahora la modernización del acuerdo comercial entre Europa y México, y agradecimos nuevamente el respaldo inequívoco, inteligente, que el gobierno español y el pueblo español le dan a México.

-¿Qué opina del papel que está jugando en Venezuela el expresidente Rodríguez Zapatero?

-Creo que el ex presidente Zapatero ha actuado de una manera generosa y de buena fe tratando de lograr un acuerdo que lamentablemente hasta ahora no ha ocurrido. Un acuerdo político indispensable para que en este país hermano, muy querido, muy cercano a México, se restauren las instituciones democráticas.Venezuela atraviesa una crisis grave, una crisis profunda, y particularmente se ha vulnerado a las instituciones de la democracia representativa. Creo que el ex presidente Rodríguez Zapatero ha actuado, insisto, con una gran generosidad, dedicando tiempo completo, muchos meses de su vida, su experiencia, su talento, a lograr un acuerdo político entre los representantes de la oposición y el gobierno del presidente Maduro, que hasta ahora no ha dado los resultados esperados.

-¿Cree que Venezuela está en riesgo de guerra civil?

-Es una situación extraordinariamente delicada, nos preocupa mucho la violencia que estamos observando en las últimas horas, en los últimos días, y lo que hace México junto con un grupo importante de países latinoamericanos es un llamado, no solamente al gobierno sino también a la oposición, a conducir la confrontación política de manera pacífica. Creo que hoy lo más importante es evitar la violencia y por supuesto que existe un camino para el restablecimiento pleno de la democracia venezolana conforme a su propia constitución y que sean los venezolanos los que decidan cómo hacerlo. Pero es un país en el que se han cancelado elecciones, en el que se han eliminado las facultades constitucionales o muchas de las facultades constitucionales del poder legislativo en el que hay un número importante de presos políticos y eso es algo que tiene que encontrar una solución. Pero la solución debe ser una solución política definitivamente no una solución que ponga en riesgo la seguridad y la paz en Venezuela.

-¿Leopoldo López es un preso político para usted?

-Sí.

-¿Venezuela es una democracia?

-Venezuela es una democracia que está en riesgo. Conforme a su Constitución es un país democrático, es un país donde hemos visto un deterioro gradual, acelerado en las últimas fechas, de la efectividad de la democracia representativa y la división de poderes. Y hay que recordar que América latina tuvo una larga historia de gobiernos no democráticos que costaron enormemente a la región. Y los países de América tomamos una decisión a principios de este siglo de salvaguardar de manera conjunta, de manera colegiada, la democracia representativa como forma de gobierno. Es la carta democrática de la Organización Estados Americanos de 2001, que se establece precisamente el 11 de septiembre del 2001. Y que a partir de entonces genera una obligación colectiva para la defensa de la democracia. Eso es lo que México ha estado haciendo en este caso a través de la Organización de Estados Americanos y aspiramos a que sean los propios venezolanos en estricto ejercicio de su soberanía, en respeto a su constitución, que logren los acuerdos políticos necesarios para el restablecimiento pleno de la democracia venezolana.

-Vuelvo a México antes de terminar. ¿Qué autocrítica hace el gobierno mexicano, ha mencionado la violencia en Venezuela, la violencia en Méjico? Hay un informe durísimo que ha hecho público Amnistía Internacional que dice: Méjico se enfrenta a una de las peores crisis de Derechos Humanos de todo el hemisferio, muy duro también con la falta de iniciativa del gobierno en el esclarecimiento de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, habla de omisión del gobierno de cuidar a sus ciudadanos. ¿Cuál es la autocrítica que hace el gobierno mexicano con lo que está pasando en su propio país?

-México es un país absolutamente abierto al escrutinio internacional. Y ese tipo de informes, o los informes que generan los relatores de la ONU o de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ocurren porque México es un país abierto completamente al escrutinio internacional. Y creemos que es a través del escrutinio internacional, de la crítica y de las propuestas que hacen los organismos multilaterales, organizaciones de las sociedad civil, cómo encontraremos un camino para resolver estos problemas que son reales, que son graves, que son profundos, que tiene Méjico, y es algo en lo que estamos avanzando en la dirección correcta. En el caso particular de la desaparición de los 43 jóvenes estudiantes de Ayotzinapa esta es una herida abierta para México. Es un caso que nos ha lastimado a todos y hay que recordar que es un caso que no está cerrado. Es un caso que está en proceso de investigación con la participación no solamente de la autoridad mexicana sino también de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con una participación muy relevante de los representantes de las víctimas y lo que aspiramos todos los mejicanos es que sea un caso que se resuelva conforme a derecho y en el que prevalezca la justicia. En este y otros casos lo que debe prevalecer a final de cuentas es el orden jurídico y que se esclarezcan conforme a las instituciones jurídicas cuáles son las circunstancias del caso. Insisto, es una profunda herida para México y es una herida abierta.

-¿Pero qué ha hecho el Gobierno mexicano para proteger a esos 43 estudiantes antes que desaparecieran? ¿O por los 77.000 muertos desde que llegó Peña Nieto? ¿Qué ha hecho su Gobierno para proteger a los periodistas que son asesinados en México?

-México es un país que experimenta un nivel de violencia, sin duda, relevante, localizado particularmente en algunas zonas geográficas del país, fuertemente asociado con el fenómeno criminal asociado al narcotráfico. Muchos de estos hechos violentos profundamente lamentables tiene que ver con el tráfico ilegal de estupefacientes. Por eso, el objetivo fundamental es reducir este fenómeno, mitigarlo, acabar con él. Es un fenómeno internacional. Mucho tiene que ver con la demanda que existe en los Estados Unidos. Nuestra vecindad con los Estados Unidos implica también que somos un país atractivo para este fenómeno criminal, para este negocio criminal, que genera una profunda violencia en México. La forma más eficaz de defender la seguridad de los mexicanos es combatir de raíz este fenómeno.

-Lejos de desaparecer está aumentando el número de víctimas. ¿Qué está haciendo el Gobierno?

-No es claro que las cifras estén creciendo. El fenómeno de violencia asociado al crimen organizado es algo que lamentablemente existe en México desde hace ya más de diez años. Hemos tenido desde el inicio de la administración del presidente Enrique Peña Nieto una disminución, por ejemplo, el número de homicidios por cada 100.000 habitantes. Sin embargo continúa siendo una cifra inaceptablemente alta. Es una cifra sustancialmente menor que la que existe en otros países latinoamericanos por ejemplo Colombia, por supuesto notablemente inferior a la de Venezuela, pero sin embargo es una cifra alta, ha venido disminuyendo pero sigue siendo una cifra alta.

-¿Ha disminuido desde que Peña Nieto es presidente?

-Desde el inicio de la administración sí, claro. Las cifras están ahí. Desde el inicio de la administración en 2012, el número de asesinatos por cada 100.000 habitantes ha venido disminuyendo, sin embargo sigue siendo una cifra alta.

-Yo tengo información que dice que ha aumentado. No se ha conseguido frenar sino todo lo contrario. Hay más asesinatos.

-Hemos visto un incremento en los próximos meses. Sin embargo, con respecto al inicio de la administración hay una disminución clara. Esto no lo digo en un ánimo de considerar resuelto o satisfecho el problema, por el contrario. Esto tiene que ser, como lo ha sido desde el principio, para la administración una prioridad el garantizar la seguridad de los mexicanos y garantizar los Derechos Humanos de los mejicanos. Por eso estamos abiertos al escrutinio internacional. Por eso aceptamos las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, de la Comisión Interamericana, de la Oficina del Alto Comisionado para los derechos humanos de la ONU y trabajamos con todos ellos. Todos ellos están activos en México y hay hechos que naturalmente nos preocupan pero sobretodo lo más importante es que nos ocupan, incluyendo la protección a los periodistas en México, muchos de los cuales en los casos lamentables que hemos visto eran periodistas dedicados a cubrir desde el punto de vista noticioso el fenómeno criminal. Y que les ha costado la vida.

-Y ¿cómo les protege el Gobierno de eso?

-A los periodistas en particular que están en este riesgo, que han recibido amenazas, el Gobierno Federal mexicano les ofrece protección. No todos lo aceptan, algunos lo aceptan otros no, es una decisión personalísima de cara a los periodistas, y lo que hacemos es exhortar a todo aquel que haya recibido amenazas o que se considere esté en riesgo, que se acerque al gobierno, que se acerque a las instituciones de seguridad y el gobierno mejicano ofrece protección.

-La detención del exgobernador Duarte es otra noticia que ha llegado también hasta España. ¿Cómo es posible que algo así ocurriera y que las autoridades no se enteraran?

-Los hechos presuntamente criminales son algo que fueron advertidos hacia el final de la administración del ex gobernador de Veracruz y el gobierno federal fue quien inició la investigación a través de la procura general de la República, de hecho el exgobernador se fuga del país antes de terminar su mandato. Es decir, fue la administración del presidente Enrique Peña Nieto la que detectó estas actividades, la que inició la investigación y es la que ha resultado en la aprehensión de Javier Duarte. Al cambio de administración y nuevo gobierno de Veracruz se ha sumado a la investigación y ha presentado también acusaciones complementarias, pero aquí no se debe perder de vista que fue la administración del presidente Enrique Peña Nieto estando Javier Duarte en funciones, quien ha iniciado la investigación.

-¿No le preocupa que le salpique a usted o al gobierno este asunto?

-Siempre y cuando se resuelva conforme a derecho. Y sean castigadas las faltas. Creo que esto contribuye a la construcción de un México libre de impunidad. Y eso en ese sentido son hechos muy lamentables pero el hecho de que haya sido capturada esta persona y sea llevada ante la justicia es un hecho positivo. Es un hecho muy lamentable pero que desde el punto de vista de impartición de justicia sin duda es un avances.

-El otro día le escuché negar tres veces que usted vaya a ser candidato a la presidencia de México. ¿Por qué tiene tan claro que no va a ser candidato, por qué insiste tanto?

-Porque no lo voy a hacer. Y no lo voy a hacer porque no quiero ser. Y eso es una decisión personal.

-¿No cambiará de idea?

-Es una decisión personal. Yo tengo una obligación frente al país como secretario de Relaciones Exteriores, como canciller, y creo que para el debido cumplimiento de esta función, en un momento delicado, importante, de definiciones para la política exterior mexicana es importante que el canciller se concentre en lo que está haciendo. Es una decisión, insisto, personalísima, es una decisión mía y estoy muy convencido de ello.

-Pero quizá cuando deje de ser canciller puede concertrarse en otras labores...

-Aspiro, si así lo decide el presidente de la República, a acompañarlo hasta el final de su mandato.

-¿Y después?

-Después ya veremos. Ya llegué a una etapa en mi vida en la que la planificación a largo plazo es algo que se queda en lo muy personal.

-¿Es una posibilidad?

-Pues sí, pero ten en cuenta que el calendario electoral mexicano es inminente y la nominación de candidatos a la presidencia de la República, estamos a menos de un año de distancia y yo en ese entonces, espero si así lo permite el presidente de la República seguir desempeñándome en la función que hoy tengo, que es una función importante y relevante en este momento, momento histórico para nuestro país.

-Si dentro de un año o dos nos encontramos de nuevo ¿puede ser que esté ocupando otro puesto diferente?

-No tengo la menor idea.

-Ya no es un no rotundo...

-Lo que te puedo decir con toda claridad es que no aspiro a la presidencia de la República.

-No lo ambiciona pero si ocurre...

-No.

-¿Un no rotundo?

-Insisto, es una decisión muy personal. No, no, y no.