El primer ministro italiano, Mario Monti, aseguró hoy que Italia podrá afrontar ahora la crisis económica y financiera que vive Europa "con la cabeza alta", una vez que se apruebe su plan de ajuste de más de 30.000 millones de euros. Instantes antes de la votación definitiva en el Senado de su plan de ajuste, Monti compareció ante el pleno de la Cámara Alta para defender el contenido del texto, que centra su ahorro y recaudación en medidas de tipo impositivo y de reforma de las pensiones. El plan de ajuste es "un decreto de extrema urgencia que pone a Italia en disposición de afrontar con la cabeza alta la gravísima crisis europea", comentó el primer ministro, quien indicó que su país aún está en un "contexto crítico".

"Pedimos con el plan de ajuste sacrificios significativos, pero inferiores a los que deberíamos adoptar si la emergencia continuara", agregó. Monti, que invitó a los italianos a adquirir títulos de deuda pública para aliviar la presión sobre ellos en los mercados, indicó que no existe crecimiento económico sin disciplina financiera y aseguró que el aumento de los impuestos que contempla su plan de austeridad es "desafortunadamente necesario". En las próximas semanas, el Ejecutivo, según explicó Monti, pretende abordar la anunciada reforma laboral, mantener el diálogo con los agentes sociales, profundizar "en los temas del gasto público" y empezar por la administración central del Estado.

El primer ministro se mostró además dispuesto a consultar con los partidos políticos antes de aprobar nuevas reformas, como exigió ayer su predecesor en el cargo, Silvio Berlusconi, y apostó por que su Gobierno sea adalid en Europa de la necesidad de "políticas para el crecimiento" económico. "Nosotros trabajaremos de un modo muy fuerte para hacer cambiar la política europea en este sentido y este será nuestro compromiso", comentó Monti.

El plan de austeridad incluye tanto medidas de ahorro como recaudatorias, entre las que destacan un retraso de la edad de jubilación (a 62 y 66 años en 2012 para mujeres y hombres), así como la reintroducción del impuesto de bienes inmuebles sobre la primera vivienda y su extensión a la segunda y tercera, y el aumento del IVA a partir de septiembre del 21 al 23 %. El texto congela además las pensiones a partir de los 1.400 euros mensuales e instaura una tasación del 0,4 % para los capitales evadidos que pudieron ser regularizados durante el mandato de Berlusconi gracias a una amnistía fiscal, que en 2012 y 2013 aumentará hasta el 1 y el 1,35 %, respectivamente.