El todavía primer ministro italiano, Mario Monti, ha rechazado la oferta formulada por el ex premier Silvio Berlusconi para liderar el centroderecha en las próximas elecciones en un discurso en el que ha reivindicado su labor al frente del Gobierno: "Llegué con el país en una situación peligrosa y ahora los italianos tenemos la cabeza bien alta frente a Europa".

Mario Monti, ha pedido este domingo al próximo Gobierno del país no haga promesas electorales fáciles ni dé marcha atrás en el camino de reformas emprendido por su Gobierno tecnócrata.

"Hemos de evitar pasos ilusorios y extremadamente peligrosos hacia atrás", dijo Monti en la tradicional rueda de prensa de final de año, donde mantuvo la incógnita sobre su futuro político. "No estoy en ningún partido", declaró antes de precisar que su intención es la de proporcionar ánimos, consejos y, de ser necesario, liderazgo.

Monti, quien dimitió el viernes, enumeró una serie de reformas que el ganador de las elecciones del 24-25 de febrero debería abordar, como una simplificación más avanzada de las leyes laborales tras la modificación ya realizada por Monti, y una reforma del sistema legal.

El ex comisario europeo defendió el trabajo de su Gobierno y dijo que no había podido aceptar la oferta de su predecesor, Silvio Berlusconi, de liderar a la centroderecha en las elecciones.

También señaló que se ve "incapaz de comprender" los frecuentes cambios de postura de Berlusconi, pasando de los elogios a las duras críticas a su Gobierno. Por ello ha rechazado la oferta formulada por el ex premier para liderar el centroderecha en las próximas elecciones en un discurso en el que ha reivindicado su labor al frente del Gobierno: "Llegué con el país en una situación peligrosa y ahora los italianos tenemos la cabeza bien alta frente a Europa".