La coalición de Gobierno de Israel ha visto reforzado este miércoles su récord como la más derechista de la historia del país con la entrada en el Ejecutivo del partido Yisrael Beitenu (Israel Nuestra Casa). El líder de esta formación ultranacionalista y exministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, ha firmado un acuerdo con el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, para ser titular de Defensa. El pacto se ha logrado esta madrugada después de que los dos y el ministro de Finanzas, Moshe Kahlon, de Kulanu (centro-derecha), superaran las desavenencias sobre una reforma de pensiones que solicitaba Lieberman.

La entrada en el Gobierno de este ultra ya ha provocado reacciones entre los palestinos. Así, desde la Organización para la Liberación de Palestina se señaló que el regreso de Lieberman tendrá "como consecuencia el apartheid, el racismo y el extremismo religioso y político".

El primer ministro israelí ha asegurado en una rueda de prensa que su apuesta por ampliar la coalición “contribuye a la estabilidad política de Israel” y ha llamado al líder de la oposición, Isaac Herzog, a unirse al Ejecutivo “para reforzar la unidad de la nación y conseguir un acuerdo de paz” con los palestinos. Netanyahu y Herzog, que encabeza la Unión Sionista -Partido Laborista (centro-izquierda) y Hatnuah (centro)- empezaron a negociar la entrada en el gabinete, pero Herzog abandonó el diálogo al saber que había tratos con Lieberman.

ESCASA EXPERIENCIA MILITAR

El primer ministro israelí ha elogiado las capacidades de Lieberman, un responsable de Defensa con escasa experiencia militar. El líder de Yisrael Beitenu le ha dado las gracias por olvidar el pasado -llegó a calificar a Natanyahu de "mentiroso, tramposo y crápula"- y ha bromeado con que se había sometido a “cirugía para alargar su corta mecha”, en referencia a sus acaloradas reacciones y discusiones con Netanyahu.

Los dos se presentaron en una lista conjunta en las elecciones legislativas del 2013, pero luego se enfrentaron. Lieberman criticó a Netanyahu por “no haber aplicado suficiente mano dura en Gaza” en la ofensiva israelí “Margen Protector”, en el 2014, que mató a 2.200 palestinos en 50 días. Algunos analistas apuntan que su entrada en el ejecutivo podría responder a una voluntad de volver a intervenir en Gaza.

Las negociaciones con Netanyahu han sido “difíciles y duras, pero muy honestas”, en palabras de Lieberman, que había exigido el aumento de las pensiones a los ancianos de la ex-Unión Soviética que inmigraron a Israel. Pero finalmente aceptó la propuesta de Kahlon de aplicar la medida a todos los jubilados que la necesiten con una cantidad de 1.400 millones de shekels anuales (unos 323 millones de euros).

La base electoral de Yisrael Beitenu son israelíes de origen soviético y muchos de los 78.000 pensionistas pobres de Israel pertenecen a esta comunidad.

Lieberman también había pedido la aplicación de la pena de muerte en los tribunales militares a acusados no judíos de “ataques terroristas” con víctimas mortales, en clara referencia a palestinos de Cisjordania. Pero no ha especificado si se ha aceptado su demanda.

La semana pasada, su posible nombramiento para Defensa precipitó la dimisión del entonces titular de la cartera, Moshe Yaalon, que alegó “desconfianza en Netanyahu”. Yaalon ha dejado su escaño en la Kneset (Parlamento israelí), que será ocupado por Yehuda Glick, defensor de la construcción del Tercer Templo judío en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén.

CRISIS CON BENNETT

La entrada en el gobierno de Yisrael Beitenu, que llevará además el ministerio de Absorción de Inmigrantes, y el nombramiento de Lieberman, tendrán que ser avalados el lunes por laKneset. Netanyahu necesita solventar antes la crisis con su principal socio de coalición, el partido ultranacionalista religioso Habayit Hayehudi (La Casa Judía), liderado por el ministro de Educación, Naftali Bennett, que amenaza con vetar el ingreso de Lieberman si no puede designar un adjunto militar al gabinete de seguridad.

Netanyahu ha rechazado el plan de Francia para retomar el proceso de pazentre palestinos e israelíes en un marco internacional. París ha convocado una reunión de ministros de Exteriores de diversos países el 3 de junio sin presencia de israelíes y palestinos. El presidente palestino, Mahmud Abás, aceptó la propuesta, pero Netanyahu sugirió en su lugar una reunión con Abás en París cuando se entrevistó con su homólogo francés, Manuel Valls, antes de ayer en Jerusalén.

“Estoy comprometido con la paz con los palestinos, mi política no ha cambiado. Mi primera prioridad es la seguridad de Israel (…) que necesita la estabilidad de un Gobierno para enfrentarse a los desafíos y aprovechar las oportunidades que se nos presentan”, ha asegurado Netanyahu.