La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha denunciado esta mañana que, el pasado 10 de junio, los yihadistas del Estado Islámico masacraron a 670 presos que estaban en la cárcel de Badush, en la ciudad de Mosul. Pillay aseguró que varios testimonios de esa masacre han explicado lo ocurrido a investigadores de la ONU.

"Estos asesinatos sistemáticos e intencionados de civiles pueden constituir crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad", ha declarado en Ginebra. "Están atacando sistemáticamente a hombres, mujeres y niños por su filiación étnica, religiosa o sectaria", añadió.

Atrocidades

Desde que el pasado 10 de junio el Estado Islámico ocupó la ciudad de Mosul, los militantes yihadistas han cometido numerosas atrocidades, expulsando y mascarando a los habitantes no sunnís, ordenando la mutilación genital de las mujeres y destruyendo iglesias y mausoleos.