La OTAN está considerando "seriamente" cortar toda su cooperación con Rusia a raíz del conflicto del Cáucaso, según explicó ayer el secretario general de la organización, Jaap de Hoop Scheffer, al concluir la reunión de dos días de los ministros de Defensa de la Alianza Atlántica. "No estamos dando un portazo a Rusia, ni cerrando todas las puertas, pero estamos determinados a que las cosas no sigan como si nada hubiera ocurrido", añadió De Hoop Scheffer.

Los ministros de Defensa de los 26 países aliados reiteraron en Londres su apoyo a Georgia, "un socio valioso de la OTAN", y a su "independencia, soberanía e integridad territorial". Los Veintiséis exigieron a Rusia que retire de "inmediato" sus tropas "a las posiciones previas al inicio de hostilidades", pero consideraron innecesario reforzar los planes de defensa de la OTAN, como habían planteado EEUU, Polonia y los países bálticos.

De Hoop Scheffer destacó que Rusia no está cumpliendo el acuerdo de paz de seis puntos negociado por la Unión Europea (UE) y no está retirando sus tropas como se había comprometido. Las relaciones de la OTAN con Rusia, señaló De Hoop Scheffer, dependerán del comportamiento de Moscú en la zona del Cáucaso. El Consejo OTAN-Rusia no volverá a reunirse mientras "las tropas rusas sigan ocupando una parte importante del territorio de Georgia", subrayó.

Los ministros acordaron enviar un equipo de 15 expertos para ayudar a la restauración de las infraestructuras criticas del país y ayudar a Georgia a restablecer sus fuerzas armadas y sus capacidades militares. El primer ministro británico, Gordon Brown, recibió al primer ministro georgiano, Vladimir Gurgenidze, y le ofreció también el "pleno apoyo" de Gran Bretaña.

De Hoop Scheffer aseguró que el conflicto no ha modificado la promesa de que Georgia se convertirá en miembro de la OTAN y se negó a responder a la pregunta de si la Alianza Atlántica podía integrar a un país con conflictos territoriales sin resolver. Pero los ministros se mostraron más prudentes y en la declaración oficial precisaron que la eventual aprobación en diciembre del plan de acción para la adhesión de Georgia a la OTAN "tendrá en cuenta" la evolución de los acontecimientos hasta entonces.

LA RÉPLICA RUSA El presidente ruso, Dmitri Medvédev, acusó ayer precisamente a la OTAN de ser responsable del conflicto del Cáucaso con sus promesas y respaldo al Gobierno de Georgia. "¿Qué ha decidido la OTAN? ¿Qué garantías ha dado? No ha hecho más que provocar el conflicto", afirmó Medvédev sin entrar en más detalles.

En una réplica a las duras acusaciones formuladas la víspera por Estados Unidos, Medvédev afirmó que se "intenta empujar" a Rusia para aislarla detrás de un nuevo "telón de acero", pero el propio presidente ruso aseguró que el país "no va a volver al pasado". "Nosotros no damos lecciones a nadie, pero querríamos que nos escucharan. Y seguiremos por ese camino, pese a las diferentes tonterías que escuchamos por todas partes", aseguró.

Medvédev insistió de nuevo sobre la necesidad de establecer un nuevo pacto de seguridad en Europa, que sustituya las estructuras actuales y que evite que se puedan producir conflictos como el de Georgia. Mientras ese nuevo acuerdo de seguridad no exista, Rusia fortalecerá "la seguridad nacional, modernizará las fuerzas armadas e incrementará la capacidad defensiva".