Con una colorida recepción en el aeropuerto de la capital mexicana y una "valla" humana iluminada con teléfonos móviles de 19 kilómetros hasta la Nunciatura Apostólica, México ha recibido eñ sábado al Papa Francisco en su primera visita al país, marcada por una intensa agenda, grandes expectativas y cruciales temas para abordar como la inmigración y la violencia.

Como sucedió en el pasado con Juan Pablo II, que estuvo en tierras mexicanas en cinco ocasiones, y en menor medida con Benedicto XVI, que llegó solo una vez, la calidez de los mexicanos fue la protagonista de la bienvenida al pontífice procedente de Roma con una breve pero histórica escala de unas horas en Cuba.

Después de sostener con el patriarca ortodoxo ruso Kiril en La Habana el primer encuentro de los líderes de las dos Iglesias tras el cisma de 1054, Francisco llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en un avión de Alitalia.

Como muestra de la expectativa del Gobierno mexicano por recibir al Papa, el presidente Enrique Peña Nieto ha anunciado dos horas antes de que el avión tocara tierra que el aparato ya sobrevolaba territorio mexicano.

AL COMPÁS DE 'CIELITO LINDO'

Después de que el avión por fin aterrizara y al son del "Cielito lindo" tocado por un grupo de mariachis, el aparato frenó frente a la alfombra roja en la que lo esperaban Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera.

El santo padre bajó tranquilamente la escalinata, al pie de la cual saludó a Peña Nieto, que le estrechó la mano, y después a Rivera, con los que intercambió sonrisas en varias ocasiones mientras caminaba por la alfombra.

Cuatro niños vestidos con trajes típicos de los estados de Oaxaca (de tehuano), Puebla (china poblana), Veracruz (jarocho) y Jalisco (charro) le entregaron un cofre con tierra de los 32 estados mexicanos para que la bendijera.México es el sexto país de Latinoamérica que visita Francisco en su pontificado.