La presencia en París de los 143 jefes de Estado y de Gobierno que asistirán el próximo 30 de noviembre a la inauguración de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima era ya un reto considerable para las fuerzas y cuerpos de seguridad que los atentados del 13 de noviembre han convertido en una auténtica obsesión. El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, ha desvelado el extraordinario dispositivo de seguridad previsto durante una cumbre que se celebrará bajo la amenaza terrorista y elestado de emergencia decretado tras la masacre.

La sede de la conferencia, situada en Le Bourget, en la periferia norte de la capital estará custodiada por 2.800 policías y gendarmes. Las unidades móviles de las compañías republicanas de seguridad (CRS) y de la gendarmería, habituales en las manifestaciones, harán un despliegue sin precedentes tanto en París como en el resto del país para impedir altercados. En total, la seguridad correrá a cargo de los 120.000 policías, gendarmes y militares que patrullarán las calles francesas. Además, acogiéndose a las prerrogativas contempladas en los acuerdos de Schengen, Francia restableció hace 12 días el control de sus fronteras marítimas, aéreas y terrestres, donde se han desplegado 8.000 policías y gendarmes.

“Estos controles continuarán durante todo el tiempo que la amenaza terrorista así lo exija”, ha aletado Cazeneuve, quien puntualizó que servirán también para evitar la entrada en el país de activistas violentos que puedan alterar el orden público. “Habrá tolerancia cero al respecto”, agregó. A raíz de los atentados, la Prefectura de París canceló la gran marcha por el clima organizada la víspera de la cumbre por las asociaciones ecologistas y muchas ciudades francesas han imitado el gesto de la capital, amparándose en el estado de emergencia. En cambio, se mantienen los actos o manifestaciones que se celebren en espacios cerrados donde se pueda garantizar una seguridad adecuada.

Transportes gratis

La llegada de las delegaciones de los países participantes en el evento supone también un enorme rompecabezas logístico que ha llevado a la Prefectura de policía de París a limitar la circulación en determinadas zonas. El domingo 29 habrá restricciones al tráfico en los accesos a los aeropuertos de Orly y Charles de Gaulle a partir de las 16.00 horas. El lunes, día de la inauguración oficial en Le Bourget, se impedirá la circulación a los vehículos particulares en diversos ejes que atraviesan la capital en dirección a la sede de la cumbre para agilizar el traslado de las delegaciones oficiales, según explicó el prefecto de policía de París, Michel Cadot. El ministro del Interior ha sugerido a los parisinos que esos días dejen el coche en casa y usen el transporte público, que será gratuito.