Los investigadores no dan aún por cerrada la investigación sobre el doble crimen. Están a la espera de obtener más pruebas, además de las biológicas --pelos y piel--, aportadas por su departamento de Policía Científica.

Pese a que no creen probable que tenga cómplices o que actuara como sicario, los agentes desean descartar por completo todas las hipótesis. La precipitación en la operación ha dejado algunos cabos sueltos.

Para evitar filtraciones, los juzgados de instrucción 15 y 26 que llevan el caso han decretado el secreto de sumario.