El futuro a 27 nacerá el 25 de marzo en Roma en una ceremonia que conmemorará los 60 años de la UE. Los preparativos de tan simbólica cita comenzaron hace tiempo. El lunes en Versalles, los cuatro grandes -Alemania, Francia, Italia y España- lanzaron su apuesta por una Europa a varias velocidades que no gusta demasiado a los países del Este y que genera tensiones. El Consejo Europeo de este jueves y viernes tratará de suavizarlas para llegar a la capital italiana con un mensaje de “unidad”. El debate llega eclipsado por la polémica reelección del polaco Donald Tusk como presidente de la UE que su país, Polonia, quiere impedir a toda costa.

“Unidad no es uniformidad”, asegura un alto cargo de uno de los países que defienden la Europa a la carta sobre el “ejercicio de reflexión” que mantendrán el viernes los 27 líderes de la UE, todos salvo la británica Theresa May. “No se puede tirar por la borda pero hay que preservar las posibilidades de cooperación cuando la unanimidad sea imposible de alcanzar”, defiende.

Esta Europa a la carta es una realidad pero el 'brexit' y las dudas que generan las posturas de algunos países del Este ante determinados debates -leáse la crisis migratoria- han forzado a la UE a repensar el rumbo que quiere seguir en el futuro. La cuestión es cómo compatibilizar los diferentes ritmos de integración con la renacionalización de competencias que reclaman desde el Este y al mismo tiempo mostrar ante la opinión pública europea una fotografía de unidad. “Si en Roma nace un nuevo bebé su nombre debe ser el de unidad no el de varias velocidades. Son preocupantes”, responde otro alto cargo del Consejo.

SABOTAJE DE POLONIA

Este debate llegará precedido por la renovación de Donald Tusk como presidente del Consejo Europeo. Su mandato termina el 31 de mayo y el Gobierno de Polonia ha lanzado una campaña política sin precedentes para impedir que renueve el cargo hasta finales de 2019, con la presentación incluso de un candidato alternativo. Una posibilidad muy remota dado que basta con una mayoría cualificada para reelegirlo y que hay una “mayoría aplastante de países” que defienden su continuidad, entre ellos España.

Aún así, las maniobras del Gobierno liderado en la sombra por Jaroslaw Kazynski han sembrado de preocupación al resto de delegaciones. “No es descartable que alguien les apoye pero ninguno de mis colegas me parece que esté por la labor. Muscat (Joseph) ha encontrado un apoyo sustantivo hacia Tusk. Es sencillamente una situación absurda”, resume otro diplomático.

El otro gran asunto de la cumbre es la situación de inestabilidad política que viven los Balcanes occidentales aunque de la cumbre saldrá “un mensaje fuerte de que Europa está implicada en la perspectiva europea” de estos países. Se cae de la agenda (de momento) el 'brexit'.