Bronceado tras sus polémicas vacaciones en Malta, Nicolas Sarkozy se dejó ver ayer por primera vez junto al actual presidente, Jacques Chirac, en un acto conmemorativo de la abolición de la esclavitud. Antes, Sarkozy se reunió en la Asamblea Nacional con los diputados de su grupo, a quienes confirmó que pretende formar un Gobierno de "apertura" con personalidades de centro e incluso de izquierda.

Sarkozy telefoneó el miércoles a Hubert Védrine, exministro de Exteriores en el Gobierno socialista de Lionel Jospin, quien podría rechazar la oferta de un ministerio. Lo más probable es que entre en el Gobierno el tránsfuga Éric Besson, exsecretario de Economía del PS pasado a Sarkozy.