El poder también se aprende a base de golpes y Donald Trump ha recibido este jueves uno enorme. Los líderes republicanos en el Congreso han tenido que posponer la primera votación de la propuesta de ley para revocar y reemplazar la reforma sanitaria de Barack Obama, que se había previsto para hoy, día del séptimo aniversario de esa norma. Y la decisión la ha forzado la incapacidad del presidente, pese a frenéticos esfuerzos en los últimos días y horas, de lograr unificar a su propio partido.