El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se ha comprometido este viernes ante su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, a preservar la integridad territorial de Siria. "El principio de la integridad territorial de los estados debe ser respetado; en este sentido, el restablecimiento de la integridad territorial de Siria es una condición indispensable para el arreglo de la crisis", ha asegurado el líder del Kremlin durante la rueda de prensa conjunta tras la reunión que ambos han mantenido en Moscú.

Estas palabras a buen seguro agradaron a Erdogan, quien contempla con sospecha la creciente influencia en el norte de Siria de las milicias kurdas de la Unidad de Protección Popular (YPG), que además mantienen bajo su control una importante franja de territorio. Ankara vincula a los kurdos del YPG con sus propios rebeldes independentistas kurdos, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), y considera a ambos grupos como "terroristas".

PROXIMIDAD ANKARA-MOSCÚ

La alianza entre EEUU y las YPG ha alejado al Gobierno de Erdogan de Washington y lo ha acercado a Moscú. El pasado verano, ambos países pusieron punto final a varios meses de relaciones bilaterales marcadas por la tensión tras el derribo, en noviembre del 2015, de un avión ruso Sukhoi SU-24 que operaba en Siria, un incidente en el que murió uno de los pilotos rusos. La creciente proximidad entre Erdogan y Putin, dos autócratas, inquieta en algunas cancillerías occidentales.

Erdogan ha dado a entender durante el encuentro con la prensa en Moscú que buscaba ampliar su cooperación militar con Rusia para crear en la zona siria fronteriza con Turquía una "zona segura" libre de la presencia del autoproclamado Estado Islámico y del YPG. "No debe aceptarse que una organización terrorista sea derrotada mediante otra organización terrorista", ha dicho Erdogan, en referencia al YPG.