Con más de 250.000 muertos en sus tierras desde el inicio de la guerra civil, Siria vive entre tres ejércitos. Los rebeldes luchan contra el régimen de Al Asad y el fundamentalismo de Estado Islámico. El dictador lucha contra los rebeldes y extremistas y estos, a su vez, intentan, a través de las armas, extender su califato. En medio de estas trifulcas, se encuentra la población.

En tales circunstancias, aunque la guerra hace tres años era "solo" cosa de dos, el fotoperiodista Osman Sagirli confundió a un niño sirio con su cámara. Adi Hudea levantó los brazos en señal de redención al pensar que el aparato de Sagirili era una arma.

La instantánea ha sido recuperada por la también fotoperiodista Nadia AbuShaban, que actualmente trabaja en la franja de Gaza. Gracias a su tuit, que ha sido compartido por más de 6.000 usuarios, ha podido conocerse la historia del pequeño, que ha perdido a su padre en un bombardeo y ahora vive con su madre en un campo de refugiados en la frontera entre Siria y Turquía.