Entrar en Europa en bicicleta a través del círculo ártico. Esta alternativa, más segura y barata, ha sido descubierta por unos pocos refugiados sirios que no quieren arriesgarse a cruzar elMediterráneo en barca exponiéndose a perecer en el mar.

La semana pasada, 257 personas solicitantes de asilo cruzaron la frontera entre Rusia y Noruega en esta nueva ruta poco frecuentada con destino Sør-Varanger, un pueblo fronterizo con Rusia que ya no puede acoger más refugiados.

Las buenas relaciones entre Moscú y Damasco hacen que para los sirios sea relativamente fácil conseguir un visado para coger un avión hasta la capital rusa. De allí, los refugiados optan por subirse a un tren que los lleve hasta Murmansk, en el noreste de Rusia. Luego su ruta sigue hasta Nikel, a pocos kilómetros de Noruega.

LA RUTA ÁRTICA

Una vez en Nikel, los sirios deben comprar una bicicleta ya que las autoridades rusas no permiten cruzar la frontera a pie. De esta manera, subidos en una bicicleta, a través de la "ruta ártica", como ya ha sido denominado este nuevo itinerario, los inmigrantes consiguen llegar a Noruega.

Un país, Noruega, que no está dentro de la Unión Europea pero sí dentro del Acuerdo de Schengen, un espacio de libre circulación del que forman parte 26 países europeos. A mitad de septiembre, Noruega revisó su previsión de solicitudes de asilo para este año situándolas entre 16.000 y 20.000.