El Ejército ruso dijo hoy haber eliminado a todos los "terroristas" y guerrilleros que operaban en la zona de la frontera siria donde fue rescatado el segundo piloto del bombardero ruso Su-24 derribado el martes por Turquía.

"Los terroristas y otros grupos secretos que operaban en esa zona han sido eliminados", dijo Ígor Konashenkov, portavoz del Ministerio de Defensa ruso, a medios locales.

El general reconoció que, "tan pronto como el piloto estuvo en lugar seguro", la aviación rusa y la artillería siria realizaron "ataques masivos" contra esa zona "durante largo tiempo".

Las milicias de la minoría turcomana siria que opera en la zona, calificada por Ankara de "hermanos étnicos", mató al comandante del bombardero ruso cuando éste descendía en paracaídas, lo que fue tachado por Moscú y Damasco de "crimen de guerra".

"Al ametrallar a nuestro piloto tuvo lugar una violación del derecho humanitario internacional. Entre otras cosas, fue atacada una persona que no podía conducir acciones militares", dijo hoy María Zajárova, portavoz de la Cancillería rusa.

La portavoz pidió al Departamento de Estado de EEUU que proporcione a Moscú los datos que pueda tener sobre la identidad de "aquellos que bailaron alrededor del cadáver del piloto ruso".

Turquía había advertido en numerosas ocasiones a Rusia de que no bombardeara a esos grupos rebeldes y centrara sus ataques en las posiciones del grupo yihadista Estado Islámico, motivo por el que, según analistas locales, Ankara habría abatido el bombardero ruso.