El cerco judicial se estrecha sobre Nicolas Sarkozy. El ex presidente francés se encuentra en detención provisional en los locales de la Oficina Anticorrupción de la Policía Judicial de Nanterre, en la periferia de París, para ser interrogado en el marco de la investigación sobre la supuesta financiación por parte del régimen libio de Muamar el Gadafi de la campaña electoral que le llevó al Elíseo en el 2007, según han informado este martes el diario ‘Le Monde’ y el digital ‘Mediapart’.

El interrogatorio, el primero al que se somete el ex presidente francés en este largo dossier que la justicia investiga desde abril del 2013, puede prolongarse como mucho durante 48 horas y en función de su resultado podría ser llevado ante un juez y eventualmente ser imputado.

Este no es el único asunto que salpica a Sarkozy. El ex presidente está imputado en el caso bautizado como ‘Bygmalion’, un turbio sistema de falsas facturas destinadas a sufragar los gastos de la fastuosa campaña presidencial del 2012 que perdió ante el socialista François Hollande.

También lo ha sido por corrupción, tráfico de influencias y violación de secreto profesional en el caso ‘Paul Bismuth’, la falsa identidad que permitió a Sarkozy enterarse mediante rocambolescas escuchas telefónicas de la marcha de los procesos judiciales en los que aparece su nombre.

En el escándalo libio, la investigación de la que se encarga el juez de instrucción de la sección financiera de París, Serge Tournaire, apunta directamente al ex presidente y a muchos de sus antiguos colaboradores. El listado de posibles delitos recogidos en el escrito del juez es amplio: corrupción, tráfico de influencias, desvío de fondos públicos, falsedad, blanqueo y fraude fiscal.

Fue el diario ‘Mediapart’ quien sacó a la luz en el 2012 un primer documento que vinculaba a Sarkozy con el dinero libio. Desde entonces, la justicia ha ido atando cabos que ponen en duda la versión de los hechos del político conservador, que siempre ha negado las acusaciones de financiación irregular.

En el complejo entramado de la investigación libia, hay dos hombres clave: Abdallah Senoussi, ex director de información militar del régimen libio, y Ziak Takieddine, hombre de negocios franco-libanés que puso en contacto al entonces ministro del Interior de Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy, con el régimen de Gadafi.

5 millones en tres maletas

En noviembre del 2016, en plena campaña de las primarias del partido de Los Republicanos en las que venció el malogrado François Fillon, Takieddine admitió que, entre finales del 2006 y principios del 2007, había llevado de Trípoli a París 5 millones de euros en efectivo, en billetes de 200 y 500 euros, distribuidos en tres maletas de cuero. El dinero se dejó a buen recaudo en el Ministerio del Interior.

Su relato, que supuso su imputación por complicidad en un delito de corrupción y otro de desvío de fondos públicos en Libia, coincide punto por punto con la declaración que hizo Senoussi ante el Tribunal Penal Internacional en el 2012.

“Por lo que se refiere al apoyo dado a personalidades occidentales para acceder al poder, se aportó la suma de 5 millones de euros a la campaña del presidente francés Nicolas Sarkozy en 2006-2007”, dijo entonces el antiguo dirigente libio.

La justicia francesa tiene en su poder, como prueba de la entrega de fondos a Sarkozy, las anotaciones de los pagos que figuran en la agenda del ex ministro libio del petróleo muerto en 2012 en extrañas circunstancias, Choukri Ghanem.

La investigación sobre la financiación libia de la campaña de Sarkozy ha conducido a la imputación hace dos años por falsedad, blanqueo y fraude fiscal del director de gabinete de Sarkozy en Interior y luego ministro durante su presidencia, Claude Guéant, un personaje intrigante que quiso convencer a los jueces de que los 500.000 euros hallados en su cuenta en el curso de un registro procedían de la venta de dos cuadros flamencos.

Brice Hortefeux, ex ministro del Interior, fiel colaborador y amigo de Sarkozy desde hace más de tres décadas, también ha sido llamado a declarar en el marco de la misma investigación, pero no ha sido detenido. Nicolas Sarkozy se apartó de la vida política en noviembre del 2016 al ser derrotado en las primarias de su formación política, ‘Los Republicanos’.