En su intento por arañarle votos al Frente Nacional, Nicolas Sarkozy sigue su marcha inexorable hacia las posiciones más extremas de la derecha. El expresidente francés, que aspira a convertirse en candidato al Elíseo durante las primarias que celebrará su partido el próximo noviembre, ha hecho del tema de la identidad nacional uno de los ejes de su campaña.

El asunto ocupa un buen número de páginas en ‘Todo por Francia’, el libro publicado el pasado agosto donde resume su programa político, y este lunes lo ha retomado con una frase polémica.“Cuando uno se convierte en francés, sus antepasados son los galos”, ha dicho Sarkozy durante un acto público en Franconville, en la región parisina. “Si uno quiere ser francés, habla francés y vive como un francés”, ha insistido.

Son de sobra conocidas las posiciones del anterior inquilino del Elíseo sobre los inmigrantes y su preferencia por la asimilación en lugar de la integración. Igual de conocidas que sus críticas reiteradas a lo que denomina “la tiranía de las minorías”.

Sin embargo, incorporando a los galos a su relato, Sarkozy va más allá al recuperar una célebre frase de los manuales escolares de la III República que tenía por objetivo fortalecer el músculo patriótico. Hoy cualquier historiador riguroso coloca en el terreno del mito.

“La Galia se corresponde con una zona geográfica muy amplia, que va mucho más allá de la Francia que conocemos hoy. Está dividida en decenas de territorios ocupados por decenas de tribus, así que estamos lejos de la nación unida que ve Sarkozy “, asegura en Rue89 la historiadora Suzanne Citron.

AVALANCHA DE CRÍTICAS

Citron no ha sido la única en cuestionar la veracidad de las palabras de Sarkozy, que ha recibido una avalancha de comentarios -muchos ellos jocosos- en Twitter, y numerosas reacciones de la clase política alejándose de su peculiar concepción de Francia.

“Sí, entre nuestros antepasados están los galos. Y también los romanos, los normandos, los celtas, nicenses, corsos, francos, Guadalupe, Martinica, árabes, italianos, españoles…Eso es Francia”, ha replicado la ministra de Educación, Najat Vallaud-Belkacem, en iTele.

En su propio partido político, los principales rivales de Sarkozy en la carrera de las primarias se han desmarcado de las palabras del ex presidente.

“Cuando a un árbol se le cortan las raíces, se muere. Hay que respetar nuestra diversidad, con dos excepciones: sin comunidades cerradas y reforzando nuestro bien común, las raíces cristianas, los valores republicanos y la igualdad entre hombres y mujeres”, ha reaccionado el ex primer ministro Alain Juppé, quien, más moderado que su adversario interno, ha hecho de la ‘identidad feliz’ de los franceses su lema de campaña.

“No hagamos una caricatura con la palabras”, le ha pedido el ex ministro Bruno Le Maire, también candidato a las primarias de ‘Los Republicanos’.

La referencia a los galos es hoy usada sobre todo por la extrema derecha y grupos que tienen en su ideario la defensa de la identidad francesa y son abiertamente hostiles a la inmigración.