El Senado de Estados Unidos ha confirmado al congresista por Kansas Mike Pompeo como próximo director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en la Administración del presidente Donald Trump, sustituyendo así a John Brennan. Pompeo, al que Trump designó el pasado noviembre, será el encargado de limar las asperezas entre el Gobierno de Trump y la agencia de inteligencia, quien reveló en los últimos meses la presunta participación del Kremlin en los resultados electorales para favorecer al magnate.

Pompeo,de 53 años, afín al Tea Party, se alínea con la línea más dura del Partido Republicano. Tiene amplia experiencia en asuntos de inteligencia, de seguridad nacional y militares y se ha destacado por su rechazo al acuerdo nuclear con Irán. El dirigente no ha encontrado demasiada oposición en su proceso de confirmación en la Cámara alta, al contrario que otros nominados del multimillonario, que, como el antiguo CEO de ExxonMobil Rex W. Tillerson, han generado más dudas entre la propia bancada republicana.

Los republicanos del Senado esperaban votar la nominación de Pompeo el viernes pasado, después de la toma de posesión de Trump, pero los demócratas lograron retrasarlo para abrir el debate. Los senadores demócratas Ron Wyden (Oregón), Richard Blumenthal (Connecticut) y Patrick Leahy (Vermont) se habían opuesto a lo que consideraron una "confirmación apresurada" y exigieron más tiempo para que la nominación de Pompeo fuese "examinada, cuestionada y debatida", pero solo la lograron dilatar hasta este lunes.

Pompeo tomará el timón de la agencia de espionaje más importante del país en un momento crítico para la seguridad nacional de Estados Unidos, cuando la inteligencia, tradicionalmente un tema no partidista, ha sido lanzada a la arena política con la aparición de las filtraciones rusas.

El senador por Vermont Bernie Sanders también se manifestó en contra de la nominación de Pompeo, sobre todo por su apoyo al espionaje masivo de las agencias estadounidenses sin preservar la privacidad de los ciudadanos a través de sus cuentas digitales.

El hasta ahora congresista por Kansas, se encargará de la inteligencia estadounidense mientras aumentan los problemas de seguridad cibernética, la ambición nuclear de Corea del Norte y la amenaza terrorista del Estado Islámico (EI).