Yasin Salhi, el sospechoso del atentado del pasado viernes en el este de Francia, ha reconocido ante los investigadores haber decapitado a su jefe, según indicaron hoy fuentes próximas a la investigación.

El arrestado, de 35 años y que había sido vigilado por su cercanía con medios salafistas, ha comenzado a colaborar con los agentes tras dos días de intensos interrogatorios, indicaron las fuentes citadas por la televisión "BFMTV".