El Partido Nacional Escocés (SNP) aplaza hasta después del ‘brexit’ la demanda de un segundo referéndum de independencia. “Escocia tiene el derecho a elegir su propio futuro cuando los términos del ‘brexit’ estén claros. Tenemos el mandato para darle a la gente esa posibilidad de elegir”, señaló Nicola Sturgeon en el discurso de clausura del congreso anual del SNP en Glasgow. A diferencia de años anteriores, Sturgeon dejó el tema de la independencia en segundo plano, para dedicar su agenda a asuntos ordinarios y caseros. La ministra principal y líder SNP habló de inversiones en viviendas sociales, en educación y en la sanidad pública. “Voy a trabajar cada día para mantener vuestra confianza”, señaló

La popularidad de Sturgeon ha caído. En estos momentos un 46% de los escoceses está de acuerdo con su labor, frente al 46% de descontentos. En las pasadas elecciones de junio el SNP perdió una cuarta parte de los votos y 21 de los 56 diputados que tenía en el parlamento de Westminster. Laboristas y conservadores escoceses han venido acusando a Sturgeon de estar obsesionada con la consulta independentista desatendiendo las labores de gobierno del día a día.

MAYORÍA CONTRA LA INDEPENDENCIA

La ministra principal ha tomado nota de los resultados en las urnas y del sentir en la calle. El 58% de los escoceses frente al 42% está en contra del segundo referéndum en los próximos cinco años y el 56%, frente a un 44% está en contra de la independencia. Sturgeon tampoco ha logrado sacar adelante ninguna de sus demandas para conseguir un trato especial para Escocia tras el ‘brexit’.

En un ambiente menos triunfalista y exaltado que en pasadas elecciones, los delegados del SNP votaron a favor de retirar a la reina los fondos del Estado que recibe. El voto fue puramente simbólico y no tendrá consecuencias en la práctica. Julie Hupburn que abrió el debate señaló que no trataba de la monarquía, sino de cómo se utilizan los bienes públicos. ”Para la familia real es el equivalente de ganar la lotería cada año”.

LA ECONOMIA SE RESIENTE

El martes fue un día de malas noticias para la economía británica. El Fondo Monetario Internacional confirmó un recorte en el crecimiento en el Reino Unido y advirtió que los efectos negativos de ‘brexit’ están empezando a dejarse notar. Por otra parte el gigante del sector de defensa, BAE Systems, anunció la supresión de casi 2.000 empleos en las distintas instalaciones que posee en Inglaterra y otra partes del país. Los puestos serán eliminados en los próximos tres años, para hacer más competitiva la empresa.