"No queremos hundirnos en el navío del 'brexit". Entre ovaciones de sus militantes, Nicola Sturgeon, la ministraprincipal de Escocia, ha desafiado nuevamente el sábado a la primera ministra británica Theresa May: "Habrá un referéndum en Escocia". ”La decisión que tome el 'Holyrood' (el parlamento escocés) -ha añadido- debe y va a prevalecer". Sturgeon ha advertido de que si el Gobierno británico trata de impedirlo, el Reino Unido se “fracturaría más allá de cualquier reparación posible” para, a renglón seguido, puntualizar: "Si una mayoría del Parlamento escocés apoya esta iniciativa, la primera ministra debe tenerlo claro. En ese momento, un referéndum justo, legal y acordado, con un calendario que permita a los escoceses tomar una decisión informada, dejará de ser sólo una propuesta mía”.

La ministra principal y líder del Partido Nacional Escocés (SNP) ha cerrado el sábado en Aberdeen la conferencia de primavera de su formación, alentando a las bases a luchar por la segunda oportunidad para lograr la independencia. "Somos un partido nacional, con una visión internacionalista", ha señalado, denunciando la situación en que el Gobierno británico ha dejado a millones de europeos que residen en el Reino Unido. “Una Escocia independiente -ha argumentado- garantizará los derechos de los europeos que hagan de Escocia su hogar”.

La intervención de Sturgeon pone fin a otra tensa y frenética semana en la vida política británica. El lunes, la ministra principal escocesa tendió a May “una emboscada”, según el diario 'The Times', reclamando un segundo referéndum, a celebrar antes de la primavera del 2019. Su anuncio pilló por sorpresa al Gobierno británico. El momento elegido, unas pocas horas antes de que el Parlamento de Westminster aprobara definitivamente la ley para iniciar las negociaciones de salida de la UE, fue calculado para dar la máxima resonancia al anuncio. Quedaba claro que‘brexit’ pondría en peligro la unidad del país y acarrearía nuevos problemas constitucionales.

EN EL 2021, COMO MUY PRONTO

El jueves May dejó claro que rechaza los preparativos de esaconvocatoria, hasta que se haya firmado el acuerdo final en las negociaciones entre el Reino Unido y Bruselas. Sólo entonces, según la primera ministra británica, los votantes escoceses tendrán elementos de juicio para decidir. Con esos cálculos, el referéndum no podría tener lugar hasta el 2021, como muy pronto. Sturgeon no lo ve así, pero la autorización de la consulta depende de Westminster.

Los sondeos muestran que la mayoría de los escoceses no quieren otro referéndum sobre la independencia antes de que el ‘brexit’ sea una realidad. La opción separatista tampoco cuenta de momento con la mayoría necesaria. Según una encuesta publicada esta semana, sólo el 43% de los que han decidido cómo votarían, lo harían por la secesión. Un nuevo rechazo sería el fin de la carrera política de Sturgeon, quien a pesar de la actitud bélica, podría sentirse secretamente aliviada con el retraso que trata de imponer May.

Para ganar la consulta, la líder escocesa necesita atraer a europeístas de otras formaciones y retener a los afines al SNP que prefieren el ‘brexit’. A estos últimos iban dirigidos sus comentarios sobre el"vergonzoso desbarajuste" del Partido Laborista británico y la perspectiva de que los conservadores -una fuerza política que sigue estando repudiada en Escocia- se perpetúe en el poder -"quizá hasta el 2030", ha dicho-.

COYUNTURA MENOS FAVORABLE

Pero Surgeon sabe que las circunstancias económicas sonahora mucho menos favorables que en el 2014, cuando se celebró la primera consulta. Desde entonces el precio del petróleo se ha desplomado. Escocia, como apunta el 'Financial Times', tiene undéficit fiscal que se eleva a más del doble del que tiene todo el Reino Unido. “Un nuevo Estado tendría más difícil y caro el lograr préstamos, forzándole a decisiones potencialmente traumáticas, en impuestos y gasto”, señala el diario económico. La independencia -recuerda- también traería consigo barreras en el comercio con el resto del Reino Unido, “que es un mercado para Escocia, cuatro veces más importante que todo el resto de la UE”.

May ha acusado al SNP de estar "obsesionado" con la independencia y de descuidar los servicios públicos. El nivel de las escuelas y la sanidad ha bajado. Pero aunque aumentan las críticas al SNP, Sturgeon sigue siendo enormemente popular. El 50% de los votantes escoceses consultados en un sondeo de YouGov esta semana juzgaban que lo está haciendo “muy bien”, frente al 37% que considera lo contrario. Surgeon medirá la temperatura de losvotantes por primera vez tras su anuncio de referéndum en laselecciones locales que tendrán lugar el próximo 4 de mayo.