Después de encender a Turquía tras anunciar que EEUU prepara una fuerza de 30.000 hombres para intervenir en la frontera del norte de Siria, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, se ha desdicho de esta intención con el argumento de que "todo fue un malentendido".

El Gobierno turco puso el grito en el cielo ante el anuncio de EEUU de crear una fuerza nutrida por la milicia kurdosiria Unidades de Protección Popular (YPG). Ankara considera que YPG es un brazo de la guerrilla turco-kurda, el ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y, por lo tanto, un grupo terrorista.

Turquía, a través de su ministro de Justicia, Abdulhamit Gul, ha saludado con satisfacción, no exenta de reticencia, la reconsideración de EEUU.

Mientras tanto, el Ejército de Turquía sigue movilizando tropas y vehículos en la frontera con el enclave kurdosirio de Afrín ante una posible operación militar,ha informado el jueves la agencia de noticias turca semipública Anadolu. Según las fuentes citadas por la agencia, se habrían desplegado tanques en los municipios fronterizos de Hassa y Kirikhan, en la provincia turca de Hatay.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sopesa desde hace días una posible operación militar, que se llevaría a cabo junto al Ejército Libre Sirio (ELS), un grupo opositor al régimen sirio.

La probabilidades de una incursión turca en el norte de Siria aumentaron tras el anuncio de Estados Unidos de armar a milicias kurdosirias para crear una nueva fuerza de 30.000 efectivos que se desplegaría en zonas fronterizas con Turquía e Irak.

Sin embargo, el secretario de estado de EEUU, Rex Tillerson, negó anoche que Washington quiera construir una fuerza fronteriza y señaló que todo fue un malentendido.

Desde que el Ejército turco lanzara en verano de 2016 la operación "Escudo del Éufrates" para arrebatar al EI una importante franja en el norte de Siria, Erdogan ha denunciado la presencia de las YPG al oeste del Éufrates como "inaceptable".

Además, ha exhortado a Washington a que fuerce la retirada de esas unidades kurdas, lo que no se ha producido hasta ahora.

El Gobierno turco teme que las YPG planifiquen hacerse también con el control del territorio entre Manbech y Afrín, una distancia de unos 80 kilómetros, para establecer una franja bajo dominio kurdo a lo largo de toda la frontera norte de Siria.