La tranquilidad preside las votaciones para las elecciones legislativas en Irán. Más de 48 millones de ciudadanos han sido llamados a las urnas para elegir, en dos vueltas, a los 290 diputados del Parlamento iraní, en unos comicios en los que los representantes de renombre del llamado bando reformista han sido apartados de la liza electoral. Así las cosas, los comicios se reducen a una pugna entre los seguidores del guía supremo, el ayatolá Alí Jamenei, y del actual presidente, Mahmud Ahmadineyad.

Las autoridades iranís encargadas de lidiar con la prensa extranjera se esforzaron en convertir la jornada en una muestra de apoyo ciudadano en un momento en que el país se ha enzarzado en un tenso pulso con Occidente por su programa nuclear. Desde primeras horas de la mañana, los enviados especiales presentes en Teherán fueron introducidos en autobuses y se les llevo en visitas guiadas a varios colegios electorales del centro, en los cuales se habían formado largas colas para introducir la papeleta. "He ido a votar por mi patria y por mi país", declaró Alí, jubilado de 80 años en la mezquita Hoseinieh Ershad. "Voy a votar porque rechazo la publicidad negativa hacia mi país desde el extranjero", proclamó Ehsan Mojtan, de 29 años.

El proceso de votación era complicado y laborioso en las 47.000 urnas que se han abierto en el país persa. Los electores debían escribir manualmente sobre las papeletas de voto el nombre de los candidatos elegidos, extremo que complicaba la operación electoral y hacía que se formaran grandes colas en los centros de votación visitados.

Para resultar elegido, es necesario que el diputado recabe más del 25% de los votos. En caso contrario, se organizará otra votación dentro de un mes. Las principales facciones conservadoras que se presentan a estos comicios son el llamado Frente Unido de los Conservadores, partidarios del presidente del Parlamento, Alí Larijani, y el alcalde de Teherán, Mohamed Baqer Qalibaf, y el Frente de la Persistencia de la Revolución Islámica, que agrupa a exministros del presidente Mahmud Ahmadineyad.