Un médico que trabaja de voluntario en el rescate de inmigrantes ha relatado su terrible experiencia al encontrarse este miércoles con decenas de personas muertas en la bodega de un barco que se hundía frente a la costa de Libia.

Simon Bryant, de 56 años, estaba colaborando con la guarda costera sueca en el salvamento de un barco de madera cargado con 450 pasajeros cuando descubrieron un total de 52 muertos confinados debajo de la cubierta.

El médico, de origen canadiense, empezó a examinar los cuerpos en busca de supervivientes pero no paró de certificar muertes. "Tras contar 24 fallecidos tuve que parar. No podía continuar", explica.

OLOR A MUERTE

Equipado con una linterna y una bombona de oxigeno, este médico entró en la cabina con la esperanza de encontrar signos de vida. Pero todas habían fallecido, se cree, que asfixiados al respirar los gases del combustible que liberaba el motor de la embarcación.

Incluso algunos cuerpos ya habían entrado en estado de putrefacción. El olor a muerte y a combustible saturaban el lugar, cuenta Bryant.

"Había agua en el interior del barco y algunas personas estaban tiradas en el suelo, boca abajo, con la cabeza casi completamente cubierta por el agua", cuenta el médico.

EXPERIENCIA TRAUMÁTICA

De vuelta a la superficie, Bryant se encontró con otros cuatro cuerpos tirados en el suelo, bajo el sol. "Solo había uno que, a duras penas, respiraba", añade. El hombre fue llevado de inmediato en helicóptero al hospital de la isla italiana de Lampedusa.

"Ha sido una experiencia traumática, algo que no quiero tener que volver a hacer", asegura y añade que no pudo dormir en toda la noche: "Mis compañeros pudieron dormir, pero yo no. Están siendo unos días muy duros".

200 MUERTOS EN DOS DÍAS

Bryant forma parte de Médicos sin Fronteras y actualmente se encuentra en una misión dedicada exclusivamente al salvamento de los inmigrantes que intentan llegar a Europa cruzando el Mediterráneo.

Según la guardia costera de Italia, alrededor de 3.000 inmigrantes fueron rescatados durante la jornada del miércoles. Otros 1.400 fueron salvados el jueves.

En solo dos días 200 personas han muerto y otras 200 fueron rescatadas directamente del agua después de que su barco se hundiera cerca de la ciudad costera de Zuwara (Libia).

HISTORIAS QUE NO SERÁN CONTADAS

Bryan piensa que esta situación es completamente evitable y que debería haber una mayor ayuda global para estas personas que huyen de sus países.

"Después de rescatarles, puedes hablar con ellos y escuchar sus experiencias. La mayoría de veces son historias muy tristes" cuenta Bryant.

"Por desgracia habrá más muertes, muchas más muertes", se lamenta el médico y reivindica que estas personas no son "solamente números" sino gente que necesita una oportunidad para mejorar sus vidas.