Donald Trump ha puesto el freno a sus despropósitos, al menos eso parece desde que la semana pasada se deshizo de quien era hasta entonces su jefe de campaña, Paul Manafort. Uno de sus giros de estrategia se ha puesto en marcha esta misma semana pasada, a poco más de tres meses para las elecciones presidenciales, y ha consistido en posicionarse a favor de la población negra.

En los últimos mítines, los celebrados en Michigan y en Carolina del Norte, el candadato republicano arremetió contra su rival, la demócrata Hilary Clinton, a la que acusó de estar más preocupada por proporcionar trabajo a los refugiados que a los desempleados negros estadounidenses. "Los afroamericanos se han convertido en refugiados en su propio país", dijo Trump.

"Ninguna comunidad ha sufrido más daño por las políticas de Hilary Clinton que la afroamericanana", añadió antes de pedir directamente el voto "a cada uno de los afroamericanos de este país que quieran un futuro mejor".

Trump pidió a la comunidad negra que le de "una oportunidad". De ser así, "el resultado será maravilloso", dijo.. "Estás viviendo en la pobreza, vuestras escuelas no son buenas y no tenéis trabajo, ¿Que demonios vais a perder probando algo nuevo?", añadió. Trump aseguró además que tras dirigir el país durante cuatro años, en las elecciones para un segundo mandato recibirá el apoyo de más del "95% de los electores afroamericanos". "Os la garantizó", afirmó.

La ofensiva por captar el voto de los negros corre en paralelo con la destinada a lograr el mayor apoyo de los hispanos, otro reto difícil después de que no hace mucho calificara a los inmigrantes provenientes de México de "violadores" y narcotraficantes y prometiera levantar un muro para frenar la entrada el país de sin papeles.

PESO DEMOGRÁFICO

A la campaña de Trump se ha sumado el recién creado "Consejo Nacional Hispano de Asesoramiento", un grupo de asesores formados por líderes empresariales, civiles y religiosos. Entre ellos, figuran la representante estatal Clarice Navarro, de Colorado, y los pastores evangélicos Mario Bramnick y Alberto Delgado, de Florida.

Varias encuestas nacionales sitúan a Trump 60 puntos por debajo de Clinton en intención de voto entre los hispanos, cuyo creciente peso demográfico en EEUU hace que su apoyo sea clave para lograr vencer en las elecciones.

Para mejorar su imagen, el polémico candidato republicano hizo el viernes una visita breve a Lusiana, para visitar a los afectados por las graves inundaciones que han dejado un balance de 13 muertos y daños a más de 40.000 casas. Trump ha aprovechado su estancia a Baton Rouge, capital del estado, para criticar que el presidente Barack Obama todavía no haya viajado a la zona afectada. "El presidente dice que no quiere ir y está tratando de acabar un partido de golf", dijo Trump.

Obama, que está de vacaciones, visitará Lusiana el próximo martes. "El presidente es consciente del impacto que su viaje tiene sobre los equipos de emergencia y quiere asegurar que su presencia no interfiera con los actuales esfuerzos de recuperación", indicó Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, en un comunicado.