La detención del fundador del portal Wikileaks, Julian Assange, es una "prioridad" para la Administración de Trump en su lucha contra la divulgación de información comprometida, ha dicho este viernes el fiscal general (ministro de Justicia) de EEUU, Jeff Sessions.

"Hemos intensificado nuestros esfuerzos en relación con las filtraciones y seguiremos haciéndolo", ha dicho Sessions, ante un asunto cuyas dimensiones "sobrepasan lo nunca visto". "Profesionales de la seguridad nacional con muchos años de experiencia están conmocionados ante la cantidad de filtraciones, algunas de ellas muy graves", ha añadido el responsable de Justicia. "Vamos a tratar de poner a algunas personas en la cárcel", ha concluido.

Medios estadounidenses revelaban este jueves que Justicia baraja presentar cargos contra Assange por su papel en varios robos de información clasificada. La investigación contra el 'hacker' australiano data del 2010, cuando Wikileaks publicó 470.000 registros de las guerras de Irak y Afganistán, 250.000 cables del Departamento de Estado y otros documentos clasificados que supusieron un revés para la diplomacia estadounidense.

SUPUESTA PARTICIPACIÓN EN EL ROBO

El Departamento de Justicia renunció entonces a la posibilidad de presentar cargos contra Assange al considerar que la publicación de documentos clasificados es una práctica habitual en los medios de comunicación y que el australiano se acogería a la Primera Enmienda de la Constitución de EEUU, que protege la libertad de prensa.

No obstante, la CNN y 'The Washington Post' han publicado este viernes que los fiscales estadounidenses tienen ahora una visión diferente sobre el caso, ya que consideran que el papel de Wikileaksno ha sido solo el de publicar documentos sino que también ha participado en su robo. Según el 'Post', los fiscales han elaborado en las últimas semanas una nota sobre los cargos contra Assange y otros miembros de Wikileaks, que podrían incluir conspiración, robo de propiedad estatal y violación de una ley federal, la ley de espionaje.

LOS MICRÓFONOS Y SNOWDEN

El diario imputa ese cambio a la publicación en marzo de miles de documentos que describieron un supuesto programa secreto de espionaje de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) destinado a penetrar mediante un sofisticado 'software' en teléfonos inteligentes y ordenadores conectados a internet.

Wikileaks afirmó que sus documentos revelan cómo la CIA había logrado saltarse los protocolos de seguridad de un gran número de compañías y productos tecnológicos de Europa y EEUU, como el iPhone, los teléfonos Android y hasta televisores de Samsung, que supuestamente pueden convertirse en micrófonos encubiertos.

La CNN, por su parte, se remonta a la filtración en el 2013 de un programa de espionaje de amplio alcance nacional e internacional que protagonizó el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden. Según la cadena, Wikileaks pudo colaborar con Snowden en el robo de información.

SOLO "UN EDITOR"

Un abogado de Assange, Barry J. Pollack, ha dicho a 'The Washington Post' que no tiene información alguna sobre la posible imputación de cargos contra su cliente y que no hay fundamento legal para ello, ya que el australiano es tan solo "un editor".

Assange, de 45 años, está refugiado en la embajada de Ecuador en Londres desde que Suecia ordenó en el 2012 su captura por un caso de presunta violación que se remonta al 2010 y que el fundador de Wikileaks niega.

Su permanencia en la embajada peligró por la posibilidad de un cambio de gobierno en Ecuador, pero el ganador de las recientes elecciones, el oficialista Lenín Moreno, garantizó que el australiano puede seguir en el edificio diplomático.

LA SOMBRA DE RUSIA

Su caso ha vuelto bajo los focos con las acusaciones de las agencias de inteligencia de EEUU contra Rusia de interferir en las elecciones presidenciales en favor de Donald Trump con la difusión de documentos de Wikileaks para desacreditar a la candidata demócrata, Hillary Clinton. Moscú niega cualquier interferencia en la campaña electoral estadounidense.

La semana pasada, durante su primera aparición pública desde que fue nombrado por Trump, el nuevo director de la CIA, Mike Pompeo, arremetió contra Wikileaks, al que calificó de "servicio de inteligencia hostil" y amenaza para las democracias y acusó de seguir el juego a los dictadores.

El día anterior, Assange había publicado un artículo en el 'Post' en el que afirmaba que su organización actúa con la misma misión que los periódicos más respetados, "ofrecer al público contenidos de interés informativo".