La campaña electoral en Holanda ha empezado este miércoles con el candidato ultraderechista Geert Wilders como favorito cara a unas elecciones legislativas que pondrán a prueba el avance de las tesis 'antiestablishment' que han ido sumando partidarios con la salida de Reino Unido de la Unión Europea y la victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos.

El candidato holandés antiinmigración y fan de Trump ha calificado las elecciones del próximo 15 de marzo como la culminación de la "primavera patriótica" de Europa, dando por hecho que los resultados de las elecciones francesas y alemanas también serán favorables a la ultraderecha.

Wilders y su Partido por la Libertad han aparecido en cabeza en las encuestas electorales durante los dos últimos años, pero aun así el panorama político holandés está tan fragmentado que un Gobierno de este partido solo sería posible en coalición con otras tres fuerzas políticas.

OPONENTES POLÍTICOS

El candidato ultraderechisra, cuyo partido comparte grupo parlamentario en la Eurocámara con el Frente Nacional de Marine Le Pen, se verá las caras con su principal oponente, el actual primer ministro, Mark Rutte (centroderecha), en un debate televisivo el 13 de marzo, a solo dos días de los comicios.

En las predicciones de voto, el partido de Wilders abarca cerca del 20%, mientras que el partido conservador de Rutte alcanza solo el 16%, algo que los expertos asocian a la pérdida de popularidad que le ocasionaron las medidas de austeridad aplicadas por su Gobierno entre el 2012 y el 2014.

Las ideas xenófobas de Wilders han sido motivo recurrente de polémica. En diciembre del 2016, un tribunal le consideró culpable de un delito de insultos y mensajes discriminatorios contra los holandeses de origen marroquí. Pero los jueces consideraron suficiente castigo el veredicto de culpabilidad y no le impusieron ninguna sanción.