El primer ministro británico Gordon Brown tiene un temperamento explosivo con sus subordinados, según el periodista Andrew Rawnsley del dominical The Observer.

Rawnsley afirma que se han producido ataques de ira y abusos verbales de Brown y que han intimidado a sus subordinados hasta el punto de que el jefe del cuerpo de funcionarios, Gus O´Donnell, ha considerado oportuno reñir al primer ministro.

Según Rawnsley, cuando en noviembre del 2007 Brown recibió la noticia de que se habían extraviado los datos personales de más de 20 millones de ciudadanos que guardaba el Gobierno, Brown agarró por la solapa a uno de sus subordinados y le dijo, en un ataque de paranoia, que alguien trataba de hacerle daño.

SOPORTAR INSULTOS

En otra ocasión, un asesor de Asuntos Exteriores del primer ministro, Steward Word, tuvo que soportar insultos cuando intentaba preparar a Brown para una reunión con embajadores europeos. "¿Por qué tengo que entrevistarme con esa gente jodida?", le gritó el líder laborista para echarle luego a un lado de un empujón.

Otro de sus ataques se produjo en su coche oficial tras recibir una noticia desagradable. Brown empezó a golpear el respaldo de su asiento con tal fuerza que su guardaespaldas, que estaba detrás se pegó un susto y el asistente que iba a su lado se encogió de miedo creyendo que le iba a golpear la cara.

El portavoz del primer ministro ha calificado de "maliciosas" y "totalmente infundadas" estas acusaciones y ha negado que O´Donnell hubiese solicitado, como se afirma en el libro, una investigación interna sobre el supuesto comportamiento abusivo de Brown.

CONSECUENCIAS ELECTORALES

Estas acusaciones, cuando faltan pocos meses para las elecciones generales, previstas para el 6 de mayo, dañan aún más al primer ministro a quien todos los sondeos dan ya como perdedor frente a su rival conservador, David Cameron.

Brown ha negado que se deje llevar por ataques de ira y trate con brutalidad tanto verbal como física a sus subordinados. En una entrevista con la emisora Channel 4, el líder laborista ha admitido que a veces se dicen cosas "cuando uno está acalorado", pero negó haber golpeado nunca a nadie.

"TIRO LOS DIARIOS AL SUELO"

"Si me enfurezco, es conmigo mismo. Arrojo los diarios al suelo o cosas así, pero eso de golpear, en absoluto", ha explicado.

"Claro que me enfado, casi siempre conmigo mismo. Pero soy una persona muy determinada. Creo que el país quiere a alguien que haga que las cosas funcionen, que no deje que se paralicen, y todas las mañanas me levanto dispuesto a hacer lo mejor para Gran Bretaña", ha dicho Brown.