Los grupos islámicos más radicales de Indonesia batallan con el Gobierno para que prohíba la venta de alcohol, cuyo último capitulo ha sido el apedreamiento hoy del edificio Ministerio del Interior en Yakarta.

Durante una hora, un millar de militantes del Frente de Defensores del Islam lanzaron piedras y otros objetos contra el edificio gubernamental donde rompieron cristales y causaron otros daños materiales, aunque ninguno personal. Los cuerpos de seguridad llegaron al lugar de los hechos sesenta minutos después, según el diario "Jakarta Globe".

"La venta de alcohol va contra de las leyes islámicas y debería prohibirse. El ministro de Asuntos Interiores (Gamawan Fauzi) debería disculparse y dimitir", proclamó el líder de la protesta y secretario general del Frente, Muhammad Al Khaththath.

El incidente surgió durante una manifestación contra el alcohol en Yakarta que se desarrollaba con normalidad cuando se divulgaron entre los manifestantes unas polémicas declaraciones que el ministro Fauzi hizo la víspera y en las que criticaba la afición de algunos religiosos de opinar y propagar mentiras.

El secretario general del Frente señaló que el responsable del Interior "debe arrepentirse y pedir perdón a todos", para después solicitar su dimisión. Por su parte, el ministro Fauzi anunció, tras conocer el apedreamiento de su ministerio, una investigación de los hechos y del Frente de Defensores del Islam y del también radical Foro Popular Islámico.

"Vamos a evaluar estas organizaciones y podría suceder que sean suspendidas", avisó Fauzi, al tiempo que descartó cualquier cambio de la legislación sobre bebidas alcohólicas en el país, que limita la venta de alta graduación a hoteles, discotecas, clubes nocturnos y establecimientos libres de impuestos.

El radicalismo islámico ha cobrado fuerza en los últimos años en Indonesia, un país donde el 80 por ciento de sus 240 millones de habitantes profesa el islam.