El vicepresidente argentino, Amado Boudou, se negó hoy a ser indagado por el magistrado que lo investiga por presunta falsedad en la documentación de un automóvil de su propiedad, y se limitó a presentar un escrito en el que señala como responsables a "los gestores" que realizaron los trámites.

El juez instructor de la causa, Claudio Bonadío, imputa a Boudou el "haber transferido irregularmente a su nombre, mediante documentación falsa" un automóvil Honda comprado hace unos 20 años.

En un cambio de radicación presuntamente se falsearon datos de los documentos del vehículo.

En el escrito presentado al magistrado, el vicepresidente culpa a "los gestores encargados" de la operación de falsificar "la firma" y su DNI, "hechos que están peritados y probados en la causa", según indicó la Vicepresidencia argentina en un comunicado.

El texto especifica que la causa que Bonadío tramita se refiere a un automóvil Honda que adquirió el vicepresidente en noviembre de 1993 "sin que esté en duda la adquisición y la titularidad del vehículo".

"Puesto que el vehículo era usado, al realizarse la transferencia a su nombre, los gestores encargados falsificaron la firma y fraguaron el DNI", prosigue el texto.

"Dado que el trámite de transferencia tiene por objeto poner el automóvil a nombre de Amado Boudou, resulta obvio que no ha tenido como motivación ocultar el bien, sino todo lo contrario", añade.

El vicepresidente acudió hoy a los Tribunales después de que Bonadío hubiera tenido que postergar la indagatoria en dos ocasiones a petición de la defensa.

Tras cinco años de investigación el magistrado ha reactivado la causa en la que ya están procesados desde hace dos años los gestores que intervinieron en la operación.

El automóvil en cuestión era utilizado por Agustina Seguín, expareja del vicepresidente, quien ya fue indagada por Bonadío.

El vehículo, además, forma parte de una disputa legal entre Boudou y su exesposa, Daniela Andriuolo, quien, como parte de la división de bienes tras el divorcio, le reclama la mitad del valor.

Según medios locales, en la documentación constaría falsamente que Boudou compró el automóvil antes de su matrimonio con Andriuolo.

El vicepresidente está procesado además por presunto cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con su cargo en relación a la supuesta compra irregular de una imprenta de dinero cuando ocupaba la cartera de Economía, en una causa que lleva el juez Ariel Lijo.

Amado Boudou dejó ese ministerio tras las elecciones de 2011 para ocupar la Vicepresidencia, pero las denuncias por su presunta implicación en escándalos de corrupción eclipsaron su carrera política.

El oficialismo ha cerrado filas en torno al vicepresidente, pero evita defenderlo con todas las letras alegando que hay que esperar a que su situación "la resuelva la justicia".

Sin embargo, algunas voces internas han admitido la "gravedad" y la "importancia" de la situación judicial del número dos del Ejecutivo.

En las últimas semanas, la oposición argentina y una minoría oficialista han solicitado que el vicepresidente tome licencia hasta que se aclare su responsabilidad en las causas abiertas contra él.

Días después de que el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, admitiese que el procesamiento a Boudou "no le hace bien al Gobierno", la senadora aliada con el kirchnerismo Roxana Latorre pidió el distanciamiento temporal del vicepresidente.

"Sería sensato que él tome algún tipo de licencia, para favorecer el funcionamiento del Senado", dijo Latorre en declaraciones a la emisora La Capital, de Santa Fe, el pasado lunes.

Aunque relegado por Fernández a un segundo plano, Boudou aún asiste a algunos actos institucionales, el último de ellos un encuentro con el presidente chino, Xi Jinping, en el Congreso argentino el pasado sábado.