La monumental ciudad siria de Palmira permanece en pie. Al menos, las ruinas, a juzgar por un vídeo difundido por el Estado Islámico.

Tras ser tomada por los islamistas radicales a principios de mes, el temor a que pudieran destruir el legado cultural de la ciudad del desierto sirio se propagó por todo el mundo. El Estado Islámico propugna la destrucción de todo monumento anterior al nacimiento del profeta Mahoma y de las imágines, sean de personas o animales.

Son varios los testigos que han corroborado que las ruinas de Palmira, con su anfitetro romano como máximo exponente, no han sido dañadas.

La que está sufriendo una verdadera masacre es la población civil. El grupo terrorista, que se está haciendo con enclaves estratégicos de Siria e Irak y avanza imparable, ha asesinado, al menos, a 400 personas.