El convoy ruso que llevó este viernes ayuda humanitaria al este de Ucrania sin el permiso del Gobierno de Kiev ha vuelto ya a Rusia, según ha informado la Dirección de Fronteras del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB).

"La columna del convoy humanitario tras dejar su carga en Lugansk ha regresado al territorio ruso. Los primeros vehículos ya entraron en el puesto de control 'Donetsk'", ha explicado el portavoz regional de la Dirección de Fronteras, Nikolái Sinitsin.

Las autoridades ucranianas calificaron de "invasión" y de "trasgresión de las normas del derecho internacional" la entrada sin autorización del convoy ruso en el territorio de Ucrania.

La columna de camiones, cuya carga no fue revisada por completo por las autoridades de Ucrania, llegó hasta la ciudad de Lugansk, controlada los separatistas prorrusos y sitiada por las tropas ucranianas.

El presidente ruso, Vladímir Putin, explicó que la decisión de enviar la ayuda se debió a las trabas puestas por Kiev a la entrega de asistencia a la población del este de Ucrania que sufre una catástrofe humana.

Concentración de tropas

Para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y la cancillera alemana, Angela Merkel, el envío del convoy humanitario ruso ha supuesto una "peligrosa escalada" en la crisis ucraniana.

Ambos mandatarios, en una conversación telefónica, coincidieron en su preocupación no solo por el convoy, sino también por la "alta" concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania y la presencia de militares rusos en ese país, según informó la Casa Blanca.