Los combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) han conseguido estrechar el cerco en torno a un importante enclave kurdo en Siria, la ciudad de Kobani, en cuyos alrededores han logrado tomar más de un centenar de pueblos.

Los radicales han avanzado en las últimas horas y están ya a unos doce kilómetros de esta localidad, ha dicho el presidente del Organismo Autónomo de Defensa y Protección de Kobani, Esmat Sheij Hasan.

Durante este lunes, se han registrado choques intensos entre el EI y las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo en áreas al este, sur y oeste de la población. Dentro de Kobani, la situación es crítica, ya que escasean los alimentos y el agua, ha lamentado Hasan, quien ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que intervenga y evite una "masacre".

El avance yihadista

Los extremistas suníes emplean tanques y armas pesadas en su ofensiva para tomar Kobani, que iniciaron el martes pasado. Aun así, el portavoz de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo, Ridor Jalil, ha asegurado en declaraciones que sus combatientes han logrado detener el avance de los yihadistas por el este y que los choques se concentran ahora en la zona de Rauia.

Según las cifras difundidas por esta fuerza, al menos 232 miembros del EI y 32 milicianos kurdos sirios han fallecido en una semana de combates, aunque este saldo de víctimas no ha sido confirmado por ninguna otra fuente.

Kobani, enclave fronterizo

Kobani es una de las urbes de mayoría kurda más importantes en el territorio sirio y antes del ataque del EI albergaba a unos 500.000 habitantes, muchos de los cuales se han desplazado para huir de la violencia.

Su ubicación es estratégica ya que está en la frontera entre la provincia siria de Alepo y Turquía. Según responsables kurdos sirios, unas 200.000 personas se han marchado de Kobani y los pueblos de sus alrededores, la mayoría de ellas en dirección al territorio turco.

Éxodo a Turquía

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha confirmado que más de 100.000 ciudadanos kurdos han huido a Turquía desde el comienzo del ataque de los extremistas a Kobani.

Frente a este flujo de salida, más de un millar de jóvenes kurdos procedentes del estado vecino y de otras áreas de Siria han acudido a defender Kobani, ha indicado el portavoz de la principal formación política kurda siria, el Partido de la Unión Democrática (PYD), Nauaf Jalil.

De hecho, la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha instado a todos los kurdos a unirse para apoyar a las milicias que luchan en el norte de Siria contra el EI. Un dirigente del PKK, Duran Kalkan, ha alentado a los kurdos "del norte, sur y este (en referencia a las regiones kurdas en Turquía, Irak e Irán) y en el extranjero" para que "acudan al frente con un espíritu de movilización", en una entrevista difundida por la agencia Firat.

La resistencia kurda

En ese sentido, Jalil ha asegurado que los kurdos defenderán Kobani "hasta el final" y ha negado rotundamente las informaciones difundidas por medios de comunicación turcos de que los radicales estaban a unos cinco kilómetros de la frontera. "Si eso hubiera ocurrido, habrían tomado ya Kobani, que está prácticamente en el límite", ha apuntado el portavoz del PYD.

Entretanto, se desconoce el paradero de unos 800 civiles kurdos que se encontraban en pueblos de la periferia de Kobani y que podrían haber sido asesinados o secuestrados, ha alertado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

El EI proclamó un califato en Irak y Siria a finales de junio, y los kurdos, tanto en el territorio sirio como el iraquí, están mostrando una fuerte oposición a los extremistas. Los kurdos sirios se concentran, sobre todo, en la provincia de Al Hasaka (noreste) y en las regiones de Afrin y Kobani, también conocida como Ain Arab, así como en Alepo (norte), y suponen el 9 por ciento de la población del país.