El 9 de mayo se celebró entre Sediles y Belmonte la tercera edición de la Vicorada, prueba senderista y de BTT que tiene como campo de actuación la Sierra Vicor.

Esta edición constituía una verdadera prueba de fuego ya que tras el éxito de los años anteriores en este año había que asentarse y afianzarse para asegurar su continuación futura, hecho que parece asegurado ya que se sobrepasaron los 260 participantes.

Además, se sigue apostando por la variación de trazados y distancias con un pequeño recorrido de 12 km. para los menos preparados, mientras que también se amplían los kilómetros y la dureza de los otros recorridos, lo que ha llevado a la Vicorada a estar incluida en la liga de andadas de de la Federación Aragonesa de Montaña.

Juan Luis Condón, alcalde de Sediles, declaró que "para próximas ediciones se seguirá apostando por ampliar el número de participantes infantiles, verdadera cantera de estas actividades, para así potenciar el disfrute de esta prueba en familia y crear ya desde pequeños un respeto por la naturaleza y además ampliarles la oferta deportiva en la comarca".

Como dato a tener en cuenta de la entrega y afición con que los participantes se tomaron la prueba es que a las 9.20 horas realizó su paso el primer participante por el Pico del Rayo, cumbre de la comarca con 1.427 mts., adelantando en media hora al primer ciclista. En los avituallamientos este año, a los ya habituales productos se añadieron otros como el pan con vino o con aceite de Sediles, sin olvidar el reconfortante caldo o el delicioso chocolate de la salida. Para aligerar la espera a los primeros participantes que hicieron meta se organizaron visitas por Belmonte y se ofreció en la barra del pabellón refrescos y cervezas amenizadas con las primeras fotos de la prueba y por música. Minutos después de las 14.00 horas comenzó el reparto de la comida, compuesta por caldereta de patatas con costilla y chorizo, fruta y chocolate de postre, regado todo ello por los excelentes vinos de la Cooperativa San Alejandro de Miedes.

Es de destacar la ausencia de accidentes, lo que sumado a la ya tradicional buena organización de esta prueba le augura un gran futuro y está llamada a convertirse en una de las pruebas señeras de la comunidad.