El Ayuntamiento de Calatayud ha evidenciado un avanzado grado de deterioro en el exterior de la iglesia de San Gil, en el barrio pedáneo de Huérmeda a pesar de que la última actuación en el edificio se realizó en la pasada década y con una inversión de 150.000 euros.

Para Federico Llorens, concejal de Barrios, el estado de conservación de esta iglesia "no se ajusta a la importancia de la restauración llevada a cabo en su día" y "urge" llevar a cabo nuevas actuaciones.

Por este motivo, Llorens solicitará al departamento de Obras Públicas del Gobierno de Aragón una nueva actuación en este edificio que permita mejorar el estado actual de la pintura exterior de la iglesia, tanto la torre como los muros, así como reparar algunos desprendimientos en las fachadas.

Con estas dos actuaciones, explica Llorens, "sería suficiente para recuperar el estado en el que quedó la iglesia después de la última actuación".