Como en años anteriores los vecinos de Calmarza se desplazaron hasta el paraje ´El Villar´ donde queda albergada la ermita que recibe el mismo nombre, para celebrar un día donde la tradición está marcada por los actos religiosos y festivos.

La tradición que existe en el municipio y que motiva a todos los vecinos a reunirse en este día se remonta a tiempos ancestrales, cuando el arzobispo de Zaragoza, Vicente Alda Sancho, natural de Calmarza, mandó construir la ermita. El objetivo era que los habitantes, durante la época que trabajaban en el campo, pudieran asistir a la misa oficiada por el cura porque la distancia que existe desde el núcleo urbano hasta ´El Villar´ es considerable.

Así, el sábado 1 de mayo más de 100 vecinos no quisieron faltar a la cita. Un día en el que hubo misa y bendición de campos. Al finalizar el acto religioso, por cortesía del ayuntamiento se ofreció a todos los asistentes jamón, queso, vino y pastas. Aperitivos que tuvieron que ser degustados en el pabellón municipal debido a la presencia de la lluvia que impidió ser saboreados en el paraje ´El Villar´.