Las bandas de música de Ejea de los Caballeros y de Rivas, el futbolista Alberto Zapater, la sección comarcal de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA) y la Guardia Civil del municipio recibirán las Medallas de Oro de la Villa de Ejea, que se otorga a personas o colectivos de la villa que han destacado por su valía personal o profesional. La entrega de estas distinciones se realizará dentro de los actos programados con motivo de la Fiesta del Voto, que se celebra el 14 de enero.

En el caso de las bandas de música, el consistorio reconoce a ambas sus valores artísticos, culturales y musicales, así como el hecho de ser unas agrupaciones por las que han pasado varias generaciones de músicos locales, que han llenado de vitalidad y alegría a la población, han elevado la vida cultural y han llevado el nombre de los municipios por toda la geografía nacional y el extranjero.

La Banda de Música de Ejea tiene una trayectoria de 103 años y varias generaciones de músicos ejeanos han pertenecido a esta agrupación. La música ha sido imprescindible en los momentos destacados de Ejea y ya desde mitad del siglo XIX los aficionados se agruparon en bandas y orquestas de música, recibiendo ayudas del consistorio a cambio de amenizar los actos y festejos públicos.

La primera sociedad conocida se creó en 1881 con el nombre de La Filarmónica. Y aunque desde principios del siglo XX hubo varias bandas de música de aficionados no puede hablarse de una banda municipal hasta 1914. Actualmente, la banda es un referente en Aragón por su calidad interpretativa y número de componentes, ya que junto con la Banda Juvenil y la Mini Banda suman 150 músicos, dirigidos por Javier Comenge.

LA ARMÓNICA DE RIVAS

Por su parte, la Banda de Música La Armónica de Rivas fue fundada en 1880 por Francisco Casas Aznárez, quien reclutó a los primeros jóvenes voluntarios de la población y les inició en el arte de la música. Poco después, bajo la dirección de Zacarías Arduña, se alcanzó la estabilidad como asociación musical, época en la que se data la primera relación de músicos de la que se tiene noticia, y que estaba formada por siete instrumentistas locales. Todos ellos vivieron los vibrantes hechos históricos de finales del siglo XIX y principios del XX como la guerra de Cuba, que hizo que el director estuviese cinco años fuera de Rivas. Ello no impidió que en aquellos años fuese creciendo y viviendo a la vez los avatares sociales y políticos de Rivas, Aragón y España. Y como era habitual, tampoco se salvó de las enormes dificultades técnicas y económicas de la época pero que no evitaron que siguiese adelante con su actividad musical, superando momentos históricos de gran debilidad social como la guerra civil o crisis económicas de varias décadas del siglo pasado.

Pero con el poderoso protagonismo de sus directores y la voluntad y persuasión de sus músicos, la Banda de Música de Rivas ha podido mostrar largos y fructíferos períodos de actividad musical y de participación activa en la vida social de Rivas, animando todos los actos y las fiestas locales.

LOS ORÍGENES DEL CAPITÁN

Alberto Zapater nació en Ejea en 1985. Hoy, el centrocampista ejerce de capitán del Real Zaragoza, club en el que se formó y al que seguirá vinculado las próximas cinco temporadas. Los primeros pasos en el deporte comenzaron en el municipio que lo vio nacer. Su profesor de Educación Física y los responsables y entrenadores de la SD Ejea le animaron a desarrollar sus capacidades con el balón.

A los 11 años dejó Ejea por el fútbol. En 2004 fue nombrado Mejor Jugador Juvenil de Aragón y debutó con el Zaragoza como titular en La Romareda en la temporada 2004-2005. Zapater mostraba una evolución imparable y en 2009 comenzó su periplo internacional. Fue fichado por el Genoa italiano, la siguiente temporada se integró en la disciplina del Sporting de Lisboa y en 2011 en las filas del Lokomotiv de Moscú. Su estancia en tierras rusas estuvo marcada por las lesiones. Regresó a su tierra y al club de sus orígenes en 2016.

La vinculación de Zapater con su localidad natal ha sido una constante en su trayectoria personal y deportiva. Se ha mantenido siempre muy unido a su familia y amigos de Ejea y siempre les agradece que le hacen «descender a la realidad». Los ejeanos siempre han querido devolverle con cariño esa conexión constante con Ejea y, por eso, fundaron la Peña Zapater hace más de 10 años y un tiempo después escribieron un emotivo libro sobre su figura. Fue pregonero de las fiestas de la Virgen de la Oliva en 2005.

UAGA CINCO VILLAS

En abril de 1977 se constituyó la sección de UAGA de las Cinco Villas. Fue en ese momento porque la democracia ya permitía registrar sindicatos agrarios y ganaderos, pero el espíritu asociativo de las gentes del campo estaba en el aire desde varios años. De hecho, en 1976, más de 100 tractores de Ejea se trasladaron a Alagón para participar en una concentración que duró varios días y en la que agricultores de toda la comarca se reunieron para protestar en la llamada guerra del panizo. La convocatoria movilizó a un gran número de personas porque, entonces, el maíz era el cultivo que, junto con la remolacha, más se sembraba en los campos de la comarca.

Con la sección comarcal de Uaga a pleno funcionamiento llegaron otras batallas, como las «guerras del pimiento y del tomate». En Ejea y los Pueblos también se cultivaban esos dos productos con fines industriales y constituían la base económica de buena parte de las explotaciones agrarias. Uaga participó activamente en las movilizaciones organizadas para conseguir un precio justo de las industrias para ambas hortalizas.

El momento de máximo apogeo llegó en los años 80, cuando contaba 600 personas asociadas. Ahora son poco menos de 400. El descensoes debido a que la agricultura y ganadería son sectores en constante reconversión y, por eso, la sección comarcal de UAGA recuerda que es esencial favorecer el relevo generacional de las explotaciones y trabajar hacia los mercados locales y de cercanía para evitar así los efectos adversos de la globalización de mercados.

VELANDO POR LA SEGURIDAd

Un total de 52 personas componen la presencia de la Guardia Civil en Ejea. Son las encargadas de atender las diferentes unidades: compañía, puesto de la localidad, destacamento de Tráfico, Policía Judicial, Intervención de Armas y Seprona.

Garantizar la seguridad ciudadana y atender las carreteras del municipio son las principales tareas que desempeñan los miembros de la Guardia Civil destinados en Ejea. Aseguran que es una zona tranquila en la que los quebrantos a los vecinos suelen reducirse a estafas a través de internet y pequeños hurtos, y añaden que ha bajado el número de robos en el campo.

La mayoría de los miembros son jóvenes de entre 30 y 35 años, procedentes de fuera de Aragón, pero que, algunos casos, mantienen relaciones familiares con vecinos de la localidad. Esa cercanía con los ejeanos se traduce en que su presencia suele ser habitual en actividades culturales, festivas y sociales. T