En España existen multitud de leyes y ordenanzas absurdas y ridículas. Por ejemplo, en Sevilla está prohibido jugar al dominó o a los dados en las terrazas de los bares según la Ordenanza Contra la Contaminación Acústica, Ruidos y Vibraciones; en Tenerife está prohibido hacer castillos de arena en la playa, en Sevilla se multa con 750 euros a los que rebusquen en la basura y en Madrid es necesario pasar un examen para ser músico callejero. Absurdo, ¿no? Pues espera: La Ley de Seguridad Vial considera una infracción de carácter muy grave la conducción bajo los efectos del alcohol con tasas superiores a las permitidas. La pregunta que yo me hago es: ¿tasas permitidas? Esto sí que es verdaderamente un sin sentido, los límites permitidos en todos los casos tendrían que ser 0%, aunque no es así. En el caso de los conductores en general lo permitido es 0,5 g/l y en el caso de los conductores nóveles y profesionales es 0,3 g/l.

Esto quiere decir que la ley permite medirnos y calcular lo que podemos beber antes de coger un vehículo, aunque, claro, a veces esto se nos puede ir de las manos, y sino que se lo pregunten a aquellos dos ciclistas que perdieron la vida en las carreteras este verano arrollados por un vehículo cuyo conductor triplicaba la tasa de alcoholemia (este señor, calcularía mal la cantidad que la ley le permite beber antes de conducir), o aquel otro ciclista que disfrutaba con su hijo hasta que una conductora ebria lo arrolló quitándole la vida, (otra vez que los cálculos debieron fallar); o a Bruno Hortelano, considerado el mejor velocista, reciente campeón de Europa de 200 metros, que sufrió un accidente cuando el conductor del vehículo en el que viajaba y que duplicaba las tasas permitidas, perdió el control.

El alcohol constituye uno de los principales factores intervinientes en los accidentes y muertes en carreteras. Un reventón de una rueda es un accidente; un fallo en la mecánica es un accidente, un percance debido a la meteorología es un accidente, pero una muerte porque el conductor haya decidido beber antes de ponerse delante del volante es un homicidio.

Deberíamos concienciarnos todos y que se convirtiera en una práctica habitual,no conducir nunca habiendo tomando alcohol, ni una gota, aunque la ley lo permita, ya que en España existen multitud de leyes y ordenanzas absurdas y ridículas.

Más información en la Unidad de Atención y Seguimiento de las Adicciones, UASA Cinco Villas. Calle Molino Bajo, 17. Ejea de los Caballeros. Teléfonos 976 667 809 y 685 909 554; email: informaciondrogas@yahoo.es. T