El Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros aprobó en la sesión plenaria del 3 de abril de manera inicial la nueva Ordenanza de Bienes Comunales.

En fecha 6 de septiembre de 1962, el consistorio ejeano aprobó la ‘Ordenanza General sobre el aprovechamiento comunal de los bienes y montes de la Corporación’, que tenía por objeto refundir en una sola ordenanza la regulación y aprovechamiento de las fincas rústicas que integraban el patrimonio comunal ya que, hasta entonces, venían rigiéndose por medio de usos, costumbres, prácticas consuetudinarias, acuerdos municipales y ordenanzas que databan del siglo XIX.

En los años noventa se llevaron a cabo varias modificaciones de este texto, motivadas por los cambios profundos que afectaban al sector agropecuario de la época y que requerían establecer nuevas prioridades y métodos para la administración de dichos bienes, buscando además el rejuvenecimiento del sector así como la modernización de las explotaciones mediante fórmulas de concentración y agrupación.

La intensa profesionalización y transformación del sector agrario en los últimos años ha dado lugar a algunas disfunciones en la aplicación de la ordenación vigente que convenía superar. A lo que hay que añadir la conveniencia de reflejar nuevos tipos de aprovechamiento. Por todo ello, el ayuntamiento tomó la decisión de llevar a cabo una profunda revisión y modificación de la ordenanza vigente.

De esta forma, el Consejo Sectorial Agrario del Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros, en el que participan grupos políticos, técnicos y representantes de la Cooperativa Virgen de la Oliva y Comunidad de Regantes, informó favorablemente del documento en su sesión del 28 de abril de 2016 y, con posterioridad, se han introducido algunas correcciones de índole técnica por parte de los servicios municipales.

Los fines que persigue la nueva ordenanza son, entre otros, garantizar la conservación y mejora de montes y tierras de cultivo; favorecer la redimensión de las explotaciones y la incorporación de jóvenes al sector; preservar la figura del agricultor social y profesional; establecer cauces de participación de los representantes del sector; y preservar, proteger y defender su integridad. T