Dos artistas aragoneses, Paco Sierra y Óscar Jiménez, se unen en una exposición que tiene como nexo común el realismo figurativo, aunque sus personalidades y sus técnicas son bien diferentes. La obra de ambos configura una muestra que se inauguró el 23 de diciembre y se podrá ver hasta el 29 de enero en la sala de exposiciones de la Casa Parroquial en horario de 18.30 a 20.30 horas los días laborables y de 12.00 a 13.30 y de 18.30 a 20.30 horas, los festivos.

Llama la atención que los dibujos de Paco Sierra están ejecutados con bolígrafo Bic pero alcanzan tal nivel de calidad y realismo que sorprenden. Este artista procedente de Aínsa (Huesca) llega a Ejea para mostrar con qué minuciosidad y detalle dibuja. Solo hay que leer al artista para conocer su modo de afrontar el arte: «Hay opiniones artísticas que consideran el dibujo como un arte menor, antesala de lo que más tarde será una buena obra. Para otros, hemos encontrado en el trazo sin mezcla de colores nuestra forma de disfrute y expresión», asegura Sierra. «Por mis manos han pasado la tinta china, el lápiz, el pirograbado y, desde hace algunos meses, el bolígrafo Bic con el que estoy disfrutando como no lo había hecho antes: me permite llegar a todos los temas, todos los tonos, diferentes anchuras de trazo y me exige mucha paciencia y dedicación. Mi estilo se basa en la pausa, concentración, horas, para alcanzar la idea que me había formado para cada obra antes de su comienzo. Y sobre todo, mantengo la esperanza de que los dibujos despierten la curiosidad de los visitantes de cada exposición», concluye.

También llamará también la atención del público el trabajo impactante de Óscar Jiménez con la técnica del pastel y el óleo. Su obra muestra el trabajo de otro excelente dibujante que apoya su pintura en el dibujo pero lo trasciende con el color, la pincelada figurativa y la meditada composición.

Según explica el propio Jiménez, «mi inclinación por el arte comienza a muy temprana edad, pero en mi adolescencia y hasta hace relativamente bien poco paralizo mi afición, y a mediados de 2010 retomo mi real vocación, la artística, con mucha fuerza, tomando clases en diferentes escuelas de arte, absorbiendo al máximo lo que mis maestros me transmitían. Con su apoyo y todo mi esfuerzo, he trabajado numerosos encargos de retrato, mientras pintaba mis propias obras, no dejándome influenciar por ningún artista, buscando mi propio camino, mi propia identidad, a través de mi intuición, para poder así definirme como artista plástico».

Para Jiménez, el tema figurativo es su pasión. «Trabajando, investigando, observando con todos los medios a mi alcance, el estudio de la pose, su expresión, el escenario, para conseguir robar unos gramos del alma de cada sujeto y transportarlos al soporte, intento así transmitir la correcta emoción y carácter, la apariencia de vida, buscando el asombro y el interés necesario del espectador», concluye. T