Miguel Ángel Sanjuán Pérez, alcalde de Boquiñeni, mostraba su preocupación el pasado 3 de febrero, al día siguiente de que la crecida del Ebro pasase por su localidad. "Esta última riada, ordinaria en cuanto a caudal pero extraordinaria en cuanto al nivel y los daños causados, ha dejado en el término municipal de Boquiñeni un nuevo aviso de un problema, que hasta la fecha había pasado desapercibido: la posible rotura en la margen derecha de la Carretera Provincial 3, unos metros antes del puente que une Boquiñeni con Pradilla de Ebro", aseguró.

"Desde que fue construida --en 2007--, por los motivos que sean --que no voy a entrar a valorar--, hay una vaguada que provoca el corte de la CP3 en cuanto se llega los 1600 o 1700 m3/s. Es ahora cuando se ve el peligro que eso conlleva para el casco urbano de mi pueblo", añadió.

Actualmente, la carretera está abierta; y la brecha que se abrió, reparada con grava apisonada. "Ningún técnico, ninguna institución, nadie, ha informado al ayuntamiento de lo que ha pasado", lamentó el alcalde. "Además, se ha solucionado el problema muy rápidamente, lo que me lleva a pensar que nada más se va ha hacer", apuntó.

"Por ello, desde el ayuntamiento nos vamos a poner en contacto con cuantas instituciones sean necesarias", advirtió Sanjuán, y a reclamar ante "el órgano competente para que se solucione lo antes posible, por las graves consecuencias que puede ocasionar" la citada rotura.

"Mi intención no es alarmar, sino informar para que se pongan soluciones rápidas y eficaces", zanjó el alcalde.