El equipo del Centro de Servicios Sociales de la Comarca de la Ribera Alta del Ebro quiere agradecer a todos los municipios afectados por la riada que les hayan hecho llegar sus felicitaciones por la labor realizada durante la emergencia.

El trabajo social en emergencias es un campo de intervención reciente, por lo que la importancia de su papel en estas situaciones no resulta conocida por algunos políticos y demás intervinientes.

En la última crecida del Ebro, el equipo comarcal de servicios sociales fue activado por el presidente de la comarca, Alfredo Zaldívar, el jueves 26 de febrero por la mañana, por el riesgo que corrían algunos municipios (Pradilla de Ebro, Boquiñeni, Cabañas de Ebro y Alcalá de Ebro) ante una avenida extraordinaria del río.

La comarca dispone de un plan de emergencia de protección civil, donde quedan reflejadas las funciones del grupo de acción social en los dos escenarios donde realizan su trabajo, tanto en la zona de emergencia como en los centros de acogida.

TRABAJO PREVIO

Desde los servicios sociales ya se habían confeccionado, de casi todos los municipios mencionados, listados con las personas con mayor dificultad de evacuación, bien por su estado físico y/o mental, como por sus medios, ya sean dependientes, ancianos, etc.

En la ficha aparecen nombre, dificultad de movilidad, familiares... Todos estos datos son fundamentales para poder organizar los recursos con los que cuenta la comarca: ambulancias, autobuses, avituallamiento en los pabellones, plazas de residencias... Los servicios sociales también habían actualizado previamente un listado con los nombres y teléfonos de los trabajadores, los alcaldes, los recursos disponibles...

Coordinadas todas las personas y medios materiales (Guardia Civil, UME, Cruz Roja, Bomberos, Protección Civil...) en el puesto avanzado del 112, y listos los pabellones de los pueblos receptores, el mismo día 26 de febrero por la tarde los servicios sociales ya tenían preparados los datos de las personas a evacuar, a dónde y cómo.

Después, se fueron desplazando, pueblo a pueblo, para informar a la población de cómo tenía que actuar en caso de que la evacuación se produjese. Y el turno le llegó a Boquiñeni pasadas las 5.15 horas del sábado 28 de febrero, a donde acudieron las trabajadoras sociales. Seguidamente, había que evacuar Pradilla.

En Luceni y Tauste se prepaban los pabellones para recibir a los desalojados. Y en Figueruelas se habilitaban plazas en la residencia para albergar a los dependientes.

Durante el fin de semana, tanto trabajadores como voluntarios trabajaron sin descanso en la emergencia. Los trabajadores de los servicios sociales comarcales hicieron turnos para descansar, aunque sus jornadas laborales fueron muy largas. Porque al final estuvieron afectados varios municipios: Gallur, Pradilla de Ebro, Boquiñeni, Alcala de Ebro, Cabañas de Ebro, Torres de Berrellén y Sobradiel, donde llegó la crecida al casco urbano.

Durante esos días se realizaron tres reuniones al día en el puesto de mando avanzado, para ir actualizando la información. Se trasladó a residencias a 26 personas. En el pabellón de Tauste estuvieron instaladas otra 60, y en el de Luceni 75 más, aparte de la gente que fue a casas de particulares.

El domingo día 1 de marzo empezaron a regresar los habitantes de Pradilla, y al día siguiente empezaban a hacerlo los de Boquiñeni. Los dependientes volvieron a lo largo de la semana.

Los servicios sociales estuvieron hasta el sábado 7 de marzo realizando los trabajos de emergencia en contacto con la DGA, los municipios afectados y el 112.