A primeros de diciembre, como todos los años, se celebró en Torres de Berrellén el Rastrillo Benéfico Padre Abel, que ya ha llegado a su décimo cuarta edición. Durante el fin de semana del 2 y 3 de diciembre, en el pabellón multiusos, se pudieron adquirir todo tipo de productos elaborados por las voluntarias del rastrillo durante el año, y también se pudo disfrutar de una barra solidaria en la que se vendieron exquisiteces elaboradas caseramente, tanto dulces como saladas, y que hicieron la delicia de todos los asistentes.

Los vecinos de Torres, como siempre, participaron en masa en este acto que sirvió para recaudar una buena cantidad de dinero que va destinada tanto al misionero Abel Pérez, originario de Torres de Berrellén y que tiene una casa de acogida en Honduras desde hace muchísimos años, como a las personas más desfavorecidas de la comarca Ribera Alta, a través de la Fundación Ángela y de Cruz Roja.

Seguidamente se hizo entrega a la Fundación Ángela de 2.000 euros y, por otro lado, se adquirieron 300 litros de aceite donados a Cruz Roja Alagón. Al Padre Abel se le hizo llegar el dinero a través de transferencia bancaria.

Desde el rastrillo quieren agradecer a todos su colaboración con este acto y esperan seguir trabajando en el futuro para poder ayudar a los más necesitados. T