Gallur celebró el primer fin de semana de febrero, los días 2 y 3, los Carnavales condicionados por la meteorología. Y es que la lluvia coartó los actos previstos aunque no impidió disfrutar de dos días intensos de fiesta, cargados de actividades en los que, por una vez al año, las personas dejaron de ser ellas para convertirse en otras, en animales o incluso en objetos.

La fiesta comenzó el viernes por la mañana cuando los alumnos y profesores del colegio María Domínguez desfilaron hasta la plaza España para mostrar al público sus disfraces, que este año representaban diversas obras de arte como El nacimiento del día, de Miró, Los tres músicos, de Picasso, Pop Art, de Andy Warhol y La noche estrellada, de Van Gogh. Previamente, el AMPA repartió chocolate. Una vez en la plaza, se presentaron los distintos disfraces y se realizó un ‘mannequin challenge’. «Se han invertido muchas horas en la creación y conocimiento de las obras aunque el aire impidió que se lucieran los disfraces en el pasacalles y en el posterior desfile», señaló la directora del colegio, María Alonso.

Por la tarde, los más pequeños, de entre 3 y 8 años, disfrutaron de la historia La princesa Henar no tiene disfraz y comprendieron que con la imaginación y el esfuerzo todo es posible. También elaboraron su propia máscara de carnaval en un taller en la biblioteca en el que participaron más de 30 niños.

Horas después, se dio el pistoletazo de salida del Carnaval adulto con el nombramiento de los reyes que fueron Javier Liz, disfrazado de una botella de vino Azullo, y Nelba Sánchez, caracterizada de spider-man, elegidos por el jurado, los miembros de la Comisión de Fiestas.

Los actos continuaron el sábado 3 de febrero con multitud de actividades con un taller de pintura a cargo de Miguel Agoiz. Y por la tarde, minutos antes de las cinco, hora de la concentración en la plaza de España, comenzó a llover y la charanga Los Zagales del Gállego se tuvo que resguardar bajo los porches del ayuntamiento. Pese a todo la emoción e ilusión se respiraba en un ambiente en el que abundaban princesas, animadoras, policías y potatos, entre muchos otros, que acudieron a la cita y recorrieron las calles hasta el pabellón municipal, donde el espectáculo Carabin Caraban logró captar la atención de los más pequeños con sus juegos y actuaciones y, en el transcurso, la Comisión de Fiestas repartió la merienda.

Por la noche, a las 22.00 horas, la misma charanga reunió al público gallurano que, de nuevo bajo la lluvia, se trasladó al pabellón donde hubo mucha y buena música y la actuación del humorista David Mateos. En el transcurso de la fiesta, el jurado formado por varios integrantes de la Comisión de Fiestas valoró los disfraces y los reconocimientos fueron otorgados por el presidente y concejal de esta área, Carlos Gracia, que valoró la participación de los asistentes «a pesar del mal tiempo» e indicó que el próximo año «ampliaremos los premios para corresponder el esfuerzo de todos los participantes». El primer premio, dotado con 140 euros, fue para Los Cocineros (la cuadrilla de María Fabre), el segundo, con 90 euros, fue concedido a Los Potatos (el grupo de Silvia Utrilla) y el tercero, con 60 euros, recayó en Los Policías y Cacos (la cuadrilla de Silvia Borao). Además, los responsables del bar en estas instalaciones otorgaron un premio especial a Los Vikingos, una pareja formada por Guillermo Galindo y su compañera, Mercedes.

Pero debido al goteo de personas que acudió a lo largo de la noche y observando sus caracterizaciones, se decidió otorgar cinco menciones de honor a otros tantos grupos: Las Palomiteras (de la cuadrilla de Ayla Sánchez), Los Potatos (el grupo de Eneko Aguerri), Los Rockeros (del grupo de Iván Melero), Las Palomitas (de la cuadrilla de Beatriz Cortés) y Las Pavas Reales (del grupo de Inés Navarro). T