Varios voluntarios de Protección Civil de la comarca visitaron Gallur el 28 de enero para explicar la labor que llevan a cabo y mostrar los recursos de los que disponen para ayudar en situaciones de emergencia. Esta exposición se instaló en la plaza España y forma parte de la campaña de captación anual que suelen realizar. «Es la primera vez que lo hacemos de esta forma y está resultando efectiva aunque también sabemos qué es lo que tendremos que cambiar de cara al próximo año», explicaban varios voluntarios.

En esta muestra, el público gallurano tuvo la oportunidad de observar tres de los cuatro vehículos con los que se desplazan (dos coches y un quad), la lancha motora con la que intervienen en las inundaciones, el botiquín que llevan siempre a mano para atender a los heridos y uno de los dos desfibriladores que poseen, siempre y cuando los servicios sanitarios no estén presentes y tengan que aplicar los primeros auxilios practicar cómo hay que actuar en el caso de que una persona sufra una parada cardiorrespiratoria.

Un total de 17 personas integran este organismo de la comarca de la Ribera Alta del Ebro y gracias a esta campaña han llegado a superar los 20, de los que cinco son mujeres. «Lo que tenemos pensado para el año que viene es que sea una campaña dirigida especialmente a mujeres porque esto no solo es trabajo de hombres», señalaron los voluntarios.

Su presidente, José Antonio Causín, considera que es muy importante que los ciudadanos sean «conscientes del papel que representan» en la sociedad y por ello, insta a que colaboren «porque toda ayuda es poca».

De los más de 300 servicios que realizan los voluntarios al año, alrededor de 250 son situaciones de emergencia y el resto, iniciativas de prevención que solicitan los propios ayuntamientos. En los primeros, como accidentes de tráfico, inundaciones o incendios, entre muchos otros, según Causín, ellos son los «ojos del 112, primero valoramos la gravedad de la situación para comunicársela y consideramos qué medios son necesarios para superar la adversidad».

Todos los voluntarios coincidieron también en que «la gratitud y la satisfacción de poder ayudar a los demás» es lo que les impulsa «a continuar, porque eso no tiene precio». T