El consultorio médico de Villafranca de Ebro cuenta ya con un desfibrilador.

Para su correcto uso, se ha ofrecido un curso que han recibido nueve vecinos del municipio de forma voluntaria. Las clases han incluido, además, aspectos como los primeros auxilios, inmovilización de heridos y otras cuestiones sanitarias.

El objetivo de este curso "es que los vecinos aprendieran a manejar el desfibrilador, para que pueda ser utilizado en caso de necesidad cuando no está el médico", reconoce el alcalde villafranquino, Roberto González.

Los alumnos han recibido las clases de un experto profesional que les ha guiado en la utilización de un desfibrilador externo, un aparato electrónico portátil que diagnostica y trata la parada cardiorrespiratoria cuando es debida a la fibrilación ventricular o a una taquicardia sin pulso.