El 26 de mayo lo que empezó como una actividad local más (dar unas clases de baile de jota, para posibles aficionados) se consagró ya como todo un recital de jota en sus distintas secciones de rondalla, canto y baile.

Fue Noelia Campos la que se ofreció a dar clases de baile de jota en Almonacid en el 2012, ya que cantadores de jota ha habido siempre, y aficionados a los instrumentos de cuerda también, pero nunca un grupo folclórico que les uniera.

Viendo que estas clases despertaban expectación, se optó por buscar también profesores en canto e instrumentos de cuerda para rondalla, y ofrecerlas a todos los aficionados a la jota. Y así en 2014 se fundaba la Asociación Cultural Folclórica Almonastir, a la que pertenecen 45 componentes, de entre 5 y 75 años.

En 2015 ofrecían su primer recital demostrando ya su gran valía. Desde entonces participan todos los años en el homenaje a nuestros mayores, en misas baturras, rondas joteras y, como no, en este festival fin de curso que va por su cuarta edición. Y para este verano ya tienen varios compromisos en distintos pueblos de la provincia.

En todas las ediciones de este festival fin de curso, los componentes se esmeran en demostrar todo lo aprendido durante el año con brillantes interpretaciones en canto individual, dúo y también infantil, y como no, la interpretación de varias obras instrumentales a cargo de la rondalla.

El broche de oro lo puso el homenaje que la asociación quiso hacer a Alberto Remiro, epilense y profesor de canto, que durante tres años ha estado adoctrinando estas voces locales que ya empiezan a ganar sus primeros premios, y que por motivos personales deja el mundo de la jota. «Muchas gracias Alberto por tu gran hacer para la jota», afirmaron desde Almonastir. T