El director de cine Gaizka Urresti eligió el municipio de Calatorao como escenario para su nuevo cortometraje Mi querido balón. Se trata de una historia basada en los días de la muerte de Franco que cuenta las andanzas de unos jóvenes que tras encontrar cerrado el colegio el 20 de noviembre se van al campo a jugar un partido de fútbol.

Durante el encuentro surgen las disputas entre el dueño del balón, el hijo del notario, y el hijo del camarero del Casino, el justiciero, que busca la justicia para esta clase más baja aplicadas al propio lance del juego. La pelea de los hijos se trasladará a los padres en el bar del pueblo.

El cineasta vasco, afincado en Zaragoza y ganador de un Goya por el cortometraje Abstenerse agencias, buscaba localizaciones singulares. Por ello eligió las antiguas escuelas de Calatoradico, el río Jalón y el Casino; lugares que requirieron escaso decorado gracias a su mantenimiento.

Del 12 al 15 de octubre, Calatorao miró al pasado gracias al cine e incluso varias personas del municipio pudieron participar en este corto como figurantes. Sin duda fue una experiencia inolvidable, en especial para los niños de Calatorao, que se ataviaron como iban vestidos sus padres y recrearon el viaje al colegio en esa fecha: el 20 de noviembre de 1975.